jueves, 14 de marzo de 2019

Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular


El 14 de marzo se celebra el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención de las enfermedades cardiovasculares.

IMPACTO
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte y discapacidad a partir de edades medias en los países desarrollados.
Cada 100 muertes que se producen en España, 50 son provocadas por enfermedades del corazón o de las arterias. Así mismo, se producen 150.000 infartos al año, lo que supone una media de 17 cada hora.
CAUSAS
Nueve de cada 10 infartos están causados por factores relacionados con los estilos de vida.

Los principales enemigos de la salud del corazón son:

  • La obesidad
  • La hipertensión arterial      
  • El tabaquismo
  • Las dislipemias
  • La diabetes 
  • Una dieta inadecuada
  • La falta de actividad física (sedentarismo)
  • El consumo desmedido de alcohol
  • La depresión y/o el estrés (factores psicosociales)
Todos estos factores están interrelacionados entre sí, y si se dan más de uno se potencian los riesgos de sufrir un infarto. Por eso, el principal objetivo será reducir cuantos más factores de riesgo mejor.
Es cierto que no todos los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares pueden modificarse, pues se ha comprobado que algunas características de las personas implican un riesgo más elevado: a mayor edad, mayor riesgo, del mismo modo que hay mayor riesgo para las personas con familiares directos que han sufrido una enfermedad cardiovascular antes de los 60 años.
No obstante, los estilos de vida que aumentan la probabilidad de padecer estas enfermedades sí pueden modificarse.
RECOMENDACIONES
Para disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, o mejorar tu calidad de vida si ya has sufrido una de ellas, te damos las siguientes recomendaciones:
  1. Lleva una dieta cardiosaludable: equilibrada y variada. Con frutas, verduras, hortalizas, legumbres, pescado mejor que carne, aceite de oliva, cereales y lácteos desnatados. Consumir alimentos bajos en calorías y en grasas. Reducir el consumo de azúcar y la ingesta de sal, además de controlar el consumo de alcohol.
  2. Dedica 30 minutos diarios a realizar ejercicio. Elige el ejercicio que más se adapte a tu condición física: caminar, bailar, montar en bici, correr, actividades al aire libre.... y practícalo de forma regular y con intensidad moderada.
  3. No fumes. Y si lo haces, déjalo ya. Aún fumando poco se multiplica el riesgo de sufrir ataques cardíacos o cerebrales. Si no puedes dejarlo sólo, pide ayuda a tu médico o enfermera.
  4. Controla tu peso. Calcula tu Indice de Masa Corporal (IMC). Divide tu peso, en kilos, entre tu altura, en metros, elevada al cuadrado. Si IMC> 25 tienes sobrepeso, si IMC>30 tienes obesidad.
  5. Vigila la grasa acumulada en el abdomen, es peligrosa para el corazón. Mide con un metro tu perímetro abdominal a nivel del ombligo. En la mujer debe ser inferior a 88 cm y en el hombre inferior a 102 cm.
  6. Comprueba tu tensión arterial. Si eres una persona sana debe estar por debajo de 140/90. Si ya has sufrido un problema cardiovascular, renal o eres diabético, tu tensión debe estar por debajo de 130/80 y debes acudir de forma periódica a controles con tu médico y enfermera.
  7. Revisa tus niveles de colesterol y glucosa. Para mantener un buen control, lo mejor es llevar una dieta sana y hacer ejercicio. En personas con riesgo bajo, las cifras de Colesterol- LDL deben estar por debajo de 190 mg/dl, y el Colesterol Total por debajo de 300. Si han tenido algún episodio (infarto, ACV...) debe tener el Colesterol-LDL por debajo de 100. Las cifras de glucosa deben ser inferiores a 126 mg/dl, y la Hemoglobina glucosilada (HbA1C) debe ser inferior al 7%
  8. Conoce tu riesgo cardiovascular y cuál debe ser tu estilo de vida. Acude a tu médico o enfermera para conocer tu riesgo cardiovascular, antecedentes familiares y personales y saber qué medidas preventivas debes tomar. 
  9. Comparte tus dudas y problemas. Intercambia experiencias con otras personas y recuerda que la familia puede ser un gran estímulo y un apoyo para superar cualquier dificultad. 
  10. Aprende a controlar tu estrés y ansiedad. Pueden ser peligrosos para el corazón. Vivir distendidamente y con el ánimo en alto puede ser la "vacuna" contra el infarto.
No olvides que, la gran mayoría de los infartos pueden prevenirse, porque los factores que los provocan están relacionados sobre todo con el estilo de vida que llevamos.

                       "Actuar a tiempo es la clave para reducir los peligros."

                                                       Laura.-