lunes, 27 de marzo de 2017

La donación de médula ósea


¿Qué es la médula ósea?

La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos de los huesos del cuerpo como las crestas ilíacas (hueso de la cadera), el esternón o los huesos del cráneo. En el lenguaje coloquial se le llama tuétano.
La médula ósea contiene células inmaduras llamadas células madre hematopoyéticas que son las células madre que forman la sangre. Éstas se dividen para crear más células que darán lugar a todas las células de la sangre, y se transforman en una de las tres clases de células sanguíneas: los glóbulos blancos que nos defienden de las infecciones, los glóbulos rojos que transportan el oxígeno en el cuerpo, o las plaquetas que ayudan a que coagule la sangre.
La médula ósea puede trasplantarse, ya que puede extraerse de un hueso de donante vivo, generalmente de la cadera, mediante una punción y aspiración y transfundirse al sistema circulatorio del receptor si existe compatibilidad del sistema HLA (compatibilidad entre donante y receptor). Las células madre transfundidas anidarán en la médula ósea de los huesos del receptor. Es lo que se llama trasplante de médula ósea.
Para minimizar los posibles efectos secundarios, los médicos intentan trasplantar las células madre más compatibles con las del paciente. Cuanto mayor sea el número de antígenos HLA compatibles, mayor será la posibilidad de que el cuerpo del paciente acepte las células madre del donante. Es más probable que sean compatibles los HLA del paciente con los de sus parientes cercanos, especialmente con los HLA de sus hermanos, que con los HLA de personas no emparentadas. Aun así, sólo 1 de cada 4 pacientes tiene un familiar compatible.

¿Qué requisitos se necesitan para ser donante de médula?
  • Lo único que se necesita para ser donante potencial de médula ósea es tener entre 18 y 55 años (aunque se requieren más donaciones de personas jóvenes, entre 18 y 35 años) y estar sanos.
  • No se podrá donar si se padece alguna enfermedad cardiovascular, hipertensión no controlada, diabetes mellitus insulinodependiente, alguna enfermedad tumoral, autoinmune o hematológica, VIH o factor de riesgo de VIH, factores de riesgo de trombosis venosa o embolismo pulmonar, antecedentes de enfermedad inflamatoria ocular o fibromialgia, si se está recibiendo un tratamiento con litio o si tenemos las plaquetas por debajo de 120000 ml.
  • La médula ósea se regenera completamente después de haber donado, por lo que podremos hacerlo en diferentes ocasiones, y no ocasiona perjuicios para el donante.
¿Cómo se dona la médula ósea?

El trasplante de médula ósea es la única esperanza para muchos afectados de leucemia y otras enfermedades de la sangre. El procedimiento a seguir es el siguiente:

Primer paso: Informarse


El proceso es relativamente sencillo, pero, aun así, la información sobre la donación es densa y requiere de una lectura relajada. Debe informarse extensamente pues es la mejor manera de tomar la decisión de hacerse donante de médula ósea tranquilamente. Por ello se recomienda visitar la web de la Fundación Josep Carreras contra la leucemia.
Recuerde que dar no resulta difícil, pero es un compromiso.

Debe saber que la donación de médula ósea…
  • ES ofrecer tu ayuda anónima y altruista a cualquier paciente del mundo que lo necesite, no se recibe una remuneración (aunque sí se cubren los gastos derivados de ella, como puede ser el desplazamiento) y no sabremos para quién va nuestra médula.
  • ES un compromiso contigo mismo y con los demás.
  • ES la única donación que se puede hacer en vida y en la que las células se regeneran al 100%.
  • ES la única curación posible para cientos de personas que la necesitan.
  • ES dar VIDA.
  • NO ES nada relacionado con tu médula espinal sino con tu médula ósea, donde se generan las células madre de la sangre. En el lenguaje coloquial se le llama "tuétano". No tiene nada que ver con la zona de la médula espinal ni sus nervios.
  • NO ES una intervención que elimine tu médula ósea. Se regenera completamente.
  • NO ES dar para otro y luego no poder dar si un familiar tuyo lo requiere. Puedes dar varias veces.
  • NO ES inscribirte como donante exclusivamente para una persona particular sino para cualquier persona del mundo que lo necesite.
  • NO ES peligroso para el donante
Segundo paso: Inscribirse
  • Si se cumplen los requisitos para inscribirse y ya se ha informado extensamente, el siguiente paso es hacer la inscripción. 
  • Puede consultar los datos de contacto de todos los centros de referencia de donantes de España. 
  • Una vez decidido hay que ponerse en contacto con el centro médico más cercano donde se realice este tipo de extracción, ya que no se hace en todos los hospitales, y desde allí le darán una cita para realizar una primera extracción de sangre (como la de un análisis tradicional) con la que se determina nuestra compatibilidad y debe rellenar el consentimiento informado. 
  • Al cabo de unas semanas se recibe en el domicilio una carta confirmando el registro y se entra directamente en el banco de donantes de médula ósea. A partir de ese momento ya se estará disponible para todas las búsquedas de donante que se inicien desde cualquier registro del mundo. Esto puede ser a los pocos días o después de años, por lo que hay que tener claro que se trata de un compromiso con nosotros mismos y con los demás.
  • Debe recordar que, si cambia de domicilio, número de teléfono o email deberá comunicarlo.
  • La donación de médula ósea es un gesto altruista y voluntario, por el que no se recibe una remuneración (aunque sí se cubren los gastos derivados de ella, como puede ser el desplazamiento) y no se sabe para quién va nuestra médula.
Paso tercero:  Si resulta compatible... ¿cómo se obtienen las células madre del donante?

La donación de progenitores hematopoyéticos (células madre de la sangre) se puede llevar a cabo de dos maneras, dependiendo de las necesidades del paciente:

1. Citoaféresis o donación de sangre periférica: las células madre de la sangre se
encuentran en el interior del hueso. Para hacerlas salir fuera y no realizar una punción directamente en el hueso, se administran al donante unas 4 o 5 inyecciones subcutáneas de unos agentes llamados “factores de crecimiento”. Estas inyecciones hacen que las células madre pasen al torrente sanguíneo y puedan ser extraídas mediante una aguja similar a la de una extracción de sangre tradicional. Se extrae la sangre de una de las venas de los brazos del donante, esta pasa por unas máquinas llamadas "separadores celulares" que extraen las células madre de la misma, y la sangre "sobrante" se devuelve al paciente por el otro brazo.
Se trata de un procedimiento ambulatorio de corta duración cuyos únicos efectos secundarios pueden ser dolor muscular u óseo y pequeños síntomas de gripe.

2. Donación por punción de médula ósea: se realizan varias punciones en la parte posterior- superior de las crestas ilíacas (en el hueso de la cadera) y de ellas se aspira la médula ósea que será donada.
Este procedimiento se realiza bajo anestesia general o epidural y requiere ingreso hospitalario de 24 horas. Actualmente este método se utiliza solo en el 20% de los casos o para pacientes con enfermedades muy particulares que responden mejor a este tipo de donación.
Como todas las intervenciones quirúrgicas que requieren de anestesia general, tiene los mismos riesgos, si bien es una intervención muy segura. Suele ser más larga (la punción en sí dura entre dos y tres horas) y el paciente debe quedarse en observación. Los efectos secundarios suelen ser un poco de dolor o molestia en la zona de la punción.

Por último ¿Se sigue registrado si ya has donado?
  • Si la donación se ha realizado mediante la extracción de las células directamente de la médula ósea quedará suspendido/a como donante durante un año. Después de este tiempo, será reactivado como donante de médula ósea disponible. 
  • Si ha hecho efectiva la donación a partir de sangre periférica quedará cancelado/a del registro por motivos normativos de nuestro país, a menos que el mismo paciente lo vuelva a requerir. En cualquiera de las dos opciones no hay ningún inconveniente si tuviese que donar sus células para un familiar.
En el siguiente enlace se puede descargar la guía del donante de médula ósea de la Fundación Josep Carreras, donde está toda la información que se puede necesitar en caso de estar interesado en ser donante. También se pueden encontrar los centros de donación y referencia por comunidades autónomas: 

Guía del donante de médula ósea

También existe la web de Médula para Mateo, desde donde se promueve la donación de médula con eventos deportivos.

Fuente: Fundación Josep Carreras





lunes, 13 de marzo de 2017

La alimentación en pacientes que están superando un cáncer

1. Cuida el ambiente durante la comida:
  • Come acompañado, en un lugar tranquilo, con plato de postre y masticando despacio para hacer bien la digestión.
  • Evita olores ambientales fuertes mientras comes
  • Ten una postura adecuada al comer
  • Usa una ropa holgada que no comprima el abdomen
  • Respeta gustos y preferencias y se creativo preparando los platos
  • Toma alimentos más energéticos cuando tengas más apetito, sobre todo en el desayuno
  • Se flexible con los horarios de comida
3. Bebe de 6-8 vasos diarios de agua u otros líquidos (infusiones, zumos o batidos), a sorbos pequeños y fuera de las comidas. Los 4 ingredientes básicos de un batido deben ser:
  • Ingrediente 1, producto lácteo: 1 vaso de leche o yogur liquido o 2 yogures desnatados o una tarrina de queso de Burgos o 2 petit suisse
  • Ingrediente 2, pieza de fruta: 1 plátano o 1 manzana o 1 pera o 5 fresas o 10 cerezas o 1 melocotón o 3 albaricoques o 3 ciruelas o 2 rodajas de piña o 2 rodajas de melón.
  • Ingrediente 3, hidratos de carbono: 2 tostadas o 3 galletas o 2 cucharadas soperas de cereales
  • Ingrediente 4, opcional, frutos secos triturados: 1 cucharada sopera de almendras o nueces
4. Extrema la higiene de la boca:
  • Lávate los dientes y la base de la lengua tras las comidas con un cepillo suave y dentífrico con flúor
  • Utiliza un colutorio tras el cepillado
  • Usa crema labial para evitar grietas en los labios
5. Realiza, si puedes, actividad física ligera:
  • Da un paseo durante 15 minutos, antes de las comidas
  • Reposa semisentado durante unos 20 minutos después de la ingesta
6. Mantén un horario regular y diario para ir al baño:
  • Si tienes dificultad para evacuar, te puedes dar masajes en el abdomen de forma rotatoria en el sentido de las agujas del reloj
7. Elige alimentos de sabor y olor suave, textura cremosa y homogénea, consistencia blanda, cocinado sencillo (cocido, hervido, plancha) y de fácil digestión en momentos de poco apetito o digestiones pesadas:
  • Hidratos: tostada, galleta, pan, arroz, pasta o cereales
  • Verduras y hortalizas: patata, calabacín, cebolla, ajo y zanahoria cocidas o en crema
  • Carne: aves como el pollo, pavo o conejo
  • Pescado blanco: merluza, lenguado, mero, gallo, rape, besugo, rodaballo o congrio
  • Queso fresco o blanco, requesón, huevo cocido o en tortilla francesa o en revuelto, bechamel
  • Postres: yogurt, flan, natillas, cuajada, helado, batido o sorbete, fruta en almíbar o compota (manzana y pera), plátano
8. Evita los lugares donde se cocina, la comida de olor fuerte, los irritantes, el tabaco y el alcohol que secan la boca y alteran el gusto de los alimentos. Reduce, si tienes dificultad para comer o te sacias pronto, el consumo de:
  • Verduras de hoja verde como el repollo y las coles
  • Carne roja, evita las partes muy grasas de la ternera o el cerdo como el tocino, vísceras y embutidos y elige mejor consumir las partes magras, como el solomillo, chuleta, costillas y lomo.
  • Pescado azul: salmón, trucha, atún, sardina que, aunque son ricos en ácidos omega 3 y antitumorales, su digestión puede resultar pesada
  • Los alimentos muy calientes o muy fríos, los picantes y las salsas
  • El exceso de grasa, los rebozados y los alimentos en conserva, ahumados o en salazón
9. Pésate todas las semanas al levantarte por la mañana. Si adelgazas, valora cual es la causa y coméntalo con tu médico. Posibles causas:
  • Menor aporte de alimentos por: pérdida de apetito, malas digestiones o por problemas de ansiedad, depresión, dolor, insomnio o “miedo” a comer
  • Mayores pérdidas por: diarrea, vómitos, sudoración, fístula
10. Si tu médico te prescribe un suplemento nutricional, recuerda que normalmente es un complemento o apoyo a tu comida y no un sustituto:
  • Debes tomarlo a pequeños sorbos a media mañana, media tarde o antes de acostarte, separado del desayuno, almuerzo y cena.
  • Puedes mezclarlo con otros alimentos
Laura.-
Fuente: SEOM

“En mi deseo de sanar como hasta que no puedo más,
pero si no cojo peso se me puede recetar un suplemento a mi dieta
y así aseguro que es completa”. Dra. Paula J. Fonseca