lunes, 27 de julio de 2015

Consejos para comer sano fuera de casa

Cuando llega el buen tiempo, llegan también las ganas de salir y, como no, de comer fuera de casa.
Estamos acostumbrados a una serie de hábitos dietéticos cuando comemos en nuestro hogar, pero comer fuera puede alterar dichos hábitos saludables y nos puede resultar complicado saber que comer.
Debemos tener en cuenta que comer fuera de casa ya sea por motivos de trabajo o por reuniones familiares o de amigos, incrementa hasta un 25% el consumo de calorías, y el riesgo de engordar, respecto a la alimentación que se realiza en el hogar. La mayoría de las veces se opta por comer algún tentempié en restaurantes de comida rápida o algún menú, siendo especialmente descuidados con nuestra dieta y con el aporte calórico.
Uno de cada tres españoles tiene sobrepeso y entre el 13 y el 14 por ciento sufre obesidad, es decir, un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a treinta, unos porcentajes que en el caso de la población infantil son de los más altos de Europa. Esto demuestra la necesidad de introducir cambios en los hábitos culinarios.
Aunque cada vez hay más establecimientos de restauración que ofrecen alimentos bajos en grasa o cocinados de manera más sana, mantener una dieta sana y equilibrada puede convertirse en una auténtica proeza. Evitar los excesos de grasa y las bebidas azucaradas puede ser clave para que comer fuera de casa no signifique ganar kilos.
Las siguientes recomendaciones pueden ser útiles para comer de forma saludable fuera de casa:
  • Es aconsejable empezar el día con un desayuno energético y saciante. Para ello no es necesario
    despertarse media hora antes para desayunar bien. Hoy en día, las revolucionarias máquinas de café en cápsulas, los cereales envasados, los yogures, la fruta cortada y pelada en bandejas o los zumos naturales permiten preparar un desayuno equilibrado y altamente energético en un tiempo récord. Poner el despertador diez minutos antes de la hora habitual. Al apagar el despertador e incorporarse, beber dos vasos de agua. Dejar una botella y un vaso en la mesilla la noche anterior, y así se convertirá este gesto en algo cómodo y automático. Ya en la cocina, prepararse un buen café para despertarse o un té, según preferencias, un bol de cereales, si puede ser variados, tipo muesli y ricos en fibra, mejor; mezclarlos en yogur y trozos de frutas y acompañarlos de zumo de naranja. En un tiempo récord tendrá no sólo un desayuno que contiene la mayoría de los nutrientes esenciales (lácteos, cafeína o teína para activarse, fruta y fibra e hidratos de carbono de absorción lenta para darte energía) sino que además será cardiosaludable y sin grasas saturadas que pueden incrementen el peso.
  • Para hacer más soportable la espera hasta la hora de comer, tenemos que recurrir a pequeños
    tentempiés a media mañana. Los frutos secos, en particular las nueces son una excelente fuente de vitaminas y minerales, una pieza de fruta que se pueda comer a mordiscos, como la manzana, o bien un yogur, pueden saciar nuestro apetito hasta el mediodía, reduciendo la  sensación de hambre y la posibilidad de que nos demos un atracón. Esta recomendación se puede hacer extensible a la
    merienda y, cómo no, a la cena. También puede optar por las barritas de cereales ricos en fibra. La clave está en no llegar con un hambre voraz a la siguiente comida y no sucumbir a la tentación de
    picotear alimentos pocos sanos.
  • La primera recomendación para comer fuera, y la más obvia, es evitar la comida rápida. Las
    hamburguesas, bocadillos y pizzas tienen gran cantidad de grasa e hidratos de carbono que perjudican
    nuestro organismo, ya que son lo opuesto a una dieta sana y equilibrada. Si tenemos que recurrir a este tipo de establecimientos, es preferible que sea en contadas ocasiones, o bien tener en cuenta otras opciones que podamos elegir, como las ensaladas.
  • Una de las mejores maneras de saber que va a comer sano es conocer el restaurante, cómo cocinan sus platos, si lo hacen con aceite de oliva o si, por el contrario, lo hacen con margarina o aceite de girasol. Tenemos el derecho y el deber como consumidores responsables de conocer sus métodos culinarios.
  • Siempre que se pueda, elegir restaurantes de comida casera y variada. En los menús hay que
    hacer un buen conjunto con el primero y el segundo. Por ejemplo, si el primero es un plato fuerte, como un guiso, el segundo debe ser ligero, como algo a la plancha. Si el segundo es verdura o ensalada, ricos en fibra, el segundo puede ser el aporte de proteínas que nos falta: pescado o carnes magras tipo pavo, conejo o pollo. Hay que limitar el consumo de postres: un café, una infusión o una pieza de fruta de temporada será la mejor opción para acabar bien una comida, aunque si opta por un postre más atractivo que suele ser el de más calorías, es mejor compartirlo.
  • Hay que evitar comer demasiado pan. El cereal es una excelente fuente de fibra e hidratos de carbono, pero no conviene abusar. Con una pequeña pieza tenemos suficiente.
  • Si salimos a comer fuera por motivos laborales, intentar hacerlo siempre a la misma hora y dedicarle al menos 40 minutos a la comida, ya que comer deprisa sin apenas masticar produce malas digestiones. Si hacemos de la comida un momento de relax, para disfrutar de ella y de una animada charla con compañeros o amigos, conseguiremos por un momento olvidarnos de las tensiones laborales.
  • No terminar la comida sintiéndose lleno, sino con un poco de hambre. Se dice que el cerebro tarda unos 20 minutos en recibir la señal de que el estómago está satisfecho. Controlar el tamaño de las raciones, es mejor que prime la variedad frente a la cantidad.
  • Si elegimos llevar al trabajo la comida en un tupperware se recomienda la comida casera diaria, cuya
    elaboración es más sencilla , evitar las salsas, y elegir preferiblemente verduras, pasta, ensaladas con pescado o carne y de postre fruta.
  • Si salimos de tapeo, también se pone en riesgo el peso, por lo que es aconsejable elegir las tapas menos calóricas, como por ejemplo mariscos, moluscos, banderillas o tacos de atún. Si son más calóricos se puede compensar con una comida o cena más ligera.
  • Debemos elegir bien el lugar donde comer. Un local con mucho público no sólo es indicativo de que la comida que sirven es buena, además garantiza que los menús se consumen y que no se dan platos preparados del día anterior. Conviene, asimismo, evitar lugares donde la higiene no se cuide especialmente y mucho más en verano. En esta época debemos tener mucho cuidado con comer salsas o huevo fuera de casa, porque se corre el riesgo de sufrir gastroenteritis o salmonelosis.
  • Tampoco es recomendable comer en aquellos restaurantes donde los alimentos estén recalentados o que se cocinen con el aceite que se usa para todo tipo de alimentos. Si un plato caliente se sirve frío es mejor rechazarlo, ya que significa que se ha dejado enfriar al aire, con el riesgo de que las bacterias se reproduzcan.
  • Beber preferiblemente agua. El agua debe ser la alternativa a los refrescos. Este tipo de bebidas están muy azucaradas, y además tienen gas que no favorece la buena digestión. Los licores de sobremesa provocan somnolencia y no son adecuados para después de trabajar.  Tampoco es recomendable el consumo de bebidas alcohólicas, cuya ingesta debe ser siempre responsable y controlada. Lo mejor es el agua, y más en verano, una época en la que el cuerpo requiere hidratarse constantemente.
  • Si no desea agua en la comida, otra opción saludable es tomar un vasito de vino o una cerveza.
    Las bebidas fermentadas está demostrado que tienen beneficios nutricionales y son buenas para el sistema inmunitario y la salud cardiovascular. Según muchos estudios científicos, beber vino con
    moderación reduce un 50% el riesgo de sufrir infartos, gracias a sus cualidades antioxidantes. Se recomienda un consumo de un par de copas de vino tinto al día, o bien dos o tres cervezas en los varones y dos en las mujeres como máximo, siempre que esto no signifique un aumento de peso y no se combine con ningún otro tipo de bebida alcohólica.
  • Después de comer no sólo entra sueño, sino que también aparece una incómoda sensación de pesadez. Si no puede disfrutar del placer de una breve siesta, una solución es dar un paseo hasta casa, con los amigos, la familia o hasta el lugar de trabajo. Una actividad física ligera contribuye a facilitar en gran medida la digestión, y nos ayuda a mantener un control del peso.
  • Cuando comemos fuera de casa, la cena se convierte en una comida esencial. En la cena podemos introducir los alimentos que faltan durante el resto del día. La cena siempre será ligera y baja en grasas, aprovechando para tomar sopas y consomés caseros, verduras cocidas o rehogadas, ensaladas frescas, pasta fría y pescados blancos.
  • Todas estas recomendaciones pueden ser muy útiles para mantener el peso, y además de comer y beber despacio para disfrutar de la comida, tienen que ir acompañadas de la incorporación de ejercicio a la vida diaria, realizando alguna actividad física dos o tres veces por semana.
                                                                 Laura.-





Para acceder a la guía Cuida tu peso fuera de casa. Consejos saludables sobre nutrición y consumo moderado de bebidas fermentadas (Pdf), pulsa sobre el enlace.

Con estos consejos, desde el Centro de Salud La Luz, os deseamos un feliz y saludable verano.



jueves, 16 de julio de 2015

Picaduras

En verano las picaduras son muy frecuentes, especialmente durante el atardecer y la noche. Te ofrecemos recomendaciones y consejos para prevenir su aparición y, en caso de sufrirlas, cómo tratarlas.

Recomendaciones para prevenir las picaduras de mosquitos


Los mosquitos, presentes de forma natural en nuestro entorno, tienen la capacidad de realizar largos desplazamientos, tener varias generaciones anuales y adaptarse a diferentes huéspedes (aves, caballos, humanos…). Sin embargo, al no existir la especie de la que se alimentan, los mosquitos se adaptan a otras que circulen por la zona, lo que unido a que las hembras son hematófagas (se alimentan de sangre), los convierte en responsables de la transmisión de algunas enfermedades , como la fiebre del Nilo, la Malaria, Dengue, Fiebre Amarilla o Chikungunya...
Investigadores del Cambio Climático y de su impacto sobre enfermedades transmitidas por mosquitos apuntan que los cambios en el comportamiento y adaptabilidad de éstos, junto a su distribución por todo el planeta, posibilitan que estas patologías originarias del continente africano y asiático estén apareciendo en países Europeos y del Norte de América.
En Andalucía existe una gran variedad de especies de mosquitos que viven en nuestros humedales, tanto naturales como artificiales, distribuidos por toda la geografía andaluza, compartiendo hábitats con aves que pueden tener virus autóctonos o importados de los países que visitan durante la migración. Ambos aspectos, unido a la aparición en las últimas décadas de distintas enfermedades trasmitidas por estos mosquitos en países del viejo continente (Grecia, Italia o Francia, entre otros) hace que sea probable la circulación de algunos de estos patógenos por nuestra geografía.
Actualmente se tiene constancia de la presencia de algunos virus en mosquitos y aves de distintas zonas de nuestra comunidad. Por ello, de forma preventiva, desde la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales se recomienda adoptar las siguientes medidas:

Recomendaciones

En casa
La mayoría de los mosquitos que nos pican en nuestros hogares se han criado muy cerca de nuestras casas y probablemente nosotros mismos hemos proporcionado el criadero y refugio adecuados para ello. Las fases juveniles de los mosquitos picadores se encuentran en agua estancada y no necesitan mucho espacio. Los focos domésticos van desde cubos, latas, depósitos y fosas sépticas mal tapadas, hasta fuentes y, sobre todo, piscinas fuera de la temporada de baño.
En el campo
Es más frecuente la presencia de mosquitos adultos, sobre todo si estamos cerca de zonas con agua estancada (no necesariamente sucia) o con abundante vegetación y una humedad relativamente alta que les permite estar activos durante todo el día, aunque son las horas de la salida y puesta de sol las que registran normalmente una mayor actividad.
En las residencias de verano
Las residencias de verano, por su proximidad al entorno natural, un mayor uso de los espacios exteriores y un menor aislamiento de los interiores, propicia una mayor frecuencia de mosquitos en el interior de las habitaciones.
Hay que tener en cuenta que hay mosquitos que pasan todo el día y se alimentan en el interior de las habitaciones y otros que sólo acceden durante la noche atraídos por la luz.
Los jardines con abundante vegetación y bien regado, reúnen excelentes condiciones para albergar a los mosquitos adultos durante el día, por ejemplo en setos, arbustos y macetas que les protegen del calor diurno.

Medidas de prevención
Lo primero que se debe hacer es controlar su cría.
  1. Para ello resulta importante no guardar en el interior o exterior del domicilio recipientes (macetas, juguetes o cubos) que puedan acumular agua y, en caso de que sea imprescindible, vaciarlos al menos una vez cada dos semanas.
  2. Si no es posible evitar el vaciado o la protección, como es el caso de estanques, piscinas o fuentes ornamentales, se puede controlar su cría utilizando métodos de cloración del agua o la introducción de peces que se alimenten de las larvas y puestas.
  3. En el caso concreto de explotaciones ganaderas, reviste gran interés la vigilancia, así como evitar, en la medida de lo posible, agua de charcos en rodadas de vehículos o caminos, fugas de agua por grifos o conducciones rotas, bebederos con fugas…
Para evitar la picadura…
  1. Emplear telas mosquiteras en ventanas y puertas, cuartos de bomba con depósito de agua potable o para la recepción de residuales, bajos inundables de edificios etc.
  2. Usar ropa que cubra la piel: manga larga, pantalones largos y calcetines, principalmente a la caída de la tarde.
  3. Dejar la luz apagada si tenemos la ventana abierta, ya que los mosquitos acuden a la luz.
  4. En el exterior, procurar mantenernos alejados de espacios donde haya agua estancada sin tratar (agua clorada), como desguaces, fuentes, piscinas hinchables, estanques, lavaderos, agujeros de árboles.
  5. Usar repelentes contra mosquitos en casos en los que estemos en una zona donde abunden y en las horas en las que pican con más frecuencia, a la caída de la tarde o durante la noche. No elija productos que no estén registrados para ‘uso doméstico’. Lea detenidamente el contenido de las etiquetas antes de utilizar el producto.
  6. En caso de usar aerosoles (insecticidas) hay que airear bien las habitaciones. Deben estar igualmente registrados para ‘uso domestico’. Los difusores eléctricos antimosquitos para el interior de las habitaciones deben usarse siempre con las ventanas abiertas al menos cuando se pernocte en ellas.

Picadura de abejas, avispas, mosquitos, garrapatas, arañas


En verano las picaduras son muy frecuentes, especialmente durante el atardecer y la noche. En
personas muy sensibles es recomendable el uso de repelentes naturales en forma de barra o loción, así como enchufes con insecticidas en las habitaciones y mosquiteras en puertas y ventanas.
En esta época no son raras las picaduras de abejas, avispas, mosquitos, arañas Es recomendable el uso de ropa de colores poco llamativos, evitar paseos por zonas húmedas, no usar perfumes de olor intenso para disminuir el riesgo de picaduras, usar pantalones largos y camisetas de manga larga en espacios sospechosos de frecuentar insectos y revisar la ropa de cama antes de acostarse, especialmente cunas y camas de niños.
Se recomienda:

  • Si el insecto todavía permanece en la piel, retírelo. En el caso de que sea una garrapata hay que extraerla entera, con pinzas, suavemente, para evitar que se rompa.
  • Las abejas y las avispas pueden dejar su aguijón en la piel cuando pican. Debe retirarlo raspando suavemente la piel hasta hacerlo salir, pero nunca tirando de él, ni retorciéndolo, ni apretando la piel.
  • Limpie la picadura con agua y jabón.
  • Aplique hielo sobre la picadura o compresas de agua fría para reducir el dolor.
  • Puede tomar algún medicamento para aliviar el dolor si es necesario, por ejemplo paracetamol, si no es alérgico.
  • Si la hinchazón es intensa, deje el brazo o la pierna en reposo durante unas horas.
  • Procure no rascarse para evitar que empeore y aumente el riesgo de infección.
  • No use por su cuenta pomadas con antihistamínicos. Y en caso de duda busque consejo médico.

La oruga procesionaria del pino


La oruga procesionaria es un insecto que habita en los pinos y moreras. Es muy reconocible por las bolsas que contienen y protegen a las orugas, que son muy fáciles de ver en los pinares. De color naranja oscuro, lo que caracteriza a estas orugas es que se mueven en fila, unas detrás de otras, para parecer que son ramas y protegerse así del ataque de los pájaros.
Las orugas no pican de forma directa, sólo son tóxicas cuando se entra en contacto con ellas, por eso es muy importante identificarlas. Su cuerpo está recubierto de pelos que, al entrar en contacto con la piel, inoculan una especie de veneno. Estos pelos urticantes de pequeño tamaño se desprenden fácilmente de la oruga y pueden ser transportados por el viento. Es por eso que, en ocasiones la reacción alérgica puede surgir simplemente al pasar por un pinar infectado donde pueden caer pelillos encima del cuerpo sin darnos cuenta.
Las principales reacciones alérgicas al contacto con la oruga del pino se producen en forma de granitos, inflamación local en la zona afectada, ronchas y rojeces que producen picor y escozor. Esta reacción alérgica aparece inmediatamente al contacto con la piel y suele desaparecer, en condiciones normales en uno o dos días. En estos casos se recomienda aplicar hielo o agua fría sobre la piel, y algún antihistamínico o antiinflamatorio.
En casos más graves, cuando se producen lesiones en la piel (habones) o se tiene malestar e hinchazón en la zona del cuello o la cara se recomienda acudir al médico.

Picadura de medusa

La presencia de medusas es difícil de detectar dado que la mayoría son de aspecto transparente.
Debemos estar atentos a la información suministrada por las autoridades y socorristas sobre la presencia de medusas en las playas. Algunas costas disponen de una bandera específica, además de las tradicionales roja, amarilla y verde, referentes a la peligrosidad de la zona de baño.
Al contacto, la medusa desprende unas células urticantes que tienen veneno en su interior, y que con solo el roce producen efectos leves, normalmante, aunque muy molestos. Sentiremos dolor y ardor inmediatos, seguido de inflamación, enrojecimiento y sangrado en el lugar de la picadura.
Lo que debemos hacer en caso de picadura de medusa es:

  • Salir del agua lo antes posible.
  • Limpieza de la zona afectada por la picadura con agua salada o  suero fisiológico. Nunca se debe utilizar agua dulce ya que podría romper las células urticantes, agravando el problema.
  • Si hay algún resto de tentáculo adherido a la piel, quitarlo cuidadosamente  con unas pinzas. 
  • Aplicar frío con  un paño durante unos 15 minutos. Nunca se debe frotar la zona  con toallas,  arena, ni otros objetos.
  • Acudir al puesto socorro, donde nos podrán administrar un antihistamínico y/o un analgésico si fuera necesario, o bien trasladarnos a un centro médico si  fuera preciso.

Picadura de animales marinos (erizos, pez araña, etc.)

  • Lo primero que debe hacer es salir del agua.
  • Lave la zona de la picadura con agua abundante con el fin de eliminar el mayor número posible de espinas.
  • Sumerja la zona afectada en agua lo más caliente posible, sin quemarse, durante  aproximadamente  30 minutos. El calor destruye las toxinas del veneno.
  • Para eliminar el resto de las espinas, utilice unas pinzas o guantes protectores. Si nota que las espinas no salen con facilidad, deje de intentar sacarlas ya que podrían introducirlas más en la piel y facilitar la infección.
  • Mantener la extremidad en alto y en reposo.
  • Puede tomar algún analgésico, tipo paracetamol, si lo precisa.
  • Curar diariamente la zona.
  • Se debe acudir al médico si el estado general empeora progresivamente con el inicio de complicaciones respiratorias, convulsiones o alteraciones cardíacas; si no puede extraer las espinas con facilidad; si aumenta el dolor o la hinchazón, o si hay supuración en la zona de la lesión y aparece fiebre.
Fuente: Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales. Junta de Andalucia

martes, 7 de julio de 2015

Alimentación y Calor

Durante el verano, es cuando se debe extremar al máximo el cuidado de los alimentos con el objeto de evitar las intoxicaciones alimentarias, trastornos que se originan por consumir los alimentos en mal estado. La causa es la inadecuada conservación y manipulación de los productos alimenticios, debido a las elevadas temperaturas.
Recomendaciones

  • Si hace turismo rural, no busque alimentos "caseros" o "artesanales" sin marcas, adquiéralos con garantías para su salud (etiquetados, con control sanitario, etc.).
  • NO rompa la cadena de frío de los alimentos.
  • Descongele los alimentos siempre dentro de la nevera y NO los recongele una vez descongelados.
  • Organice la compra de alimentos, adquiera los productos perecederos frescos o congelados en el último momento antes de llevarlos a casa, de esta manera sencilla no se rompe la cadena de frío.
  • Compruebe la fecha de caducidad o de consumo preferente e instrucciones de conservación de los alimentos envasados antes de su consumo.
  • NO adquiera alimentos perecederos en venta ambulante, especialmente huevos.
  • En caso de consumo de mayonesa casera y salsas o cremas, elaboradas con huevo fresco, consúmalas inmediatamente y deseche los restos.
  • Mantenga un orden en su nevera colocando los alimentos según las características y estado de los productos: alimentos cocinados y tapados en la parte alta, los frescos en la parte media y frutas, verduras y hortalizas en la parte baja. No cargar en exceso el frigorífico.
  • Eliminar los embalajes inútiles y protectores dentro del frigorífico.
  • Evitar las aperturas frecuentes del frigorífico.
  • Mantener una higiene estricta, con la limpieza con agua jabonosa y un enjuague con agua con lejía o vinagre cada 15 días.
  • Observar el color y olor de los alimentos antes de prepararlos, cualquier cambio constituye una señal de alarma.
  • Limitar la exposición a temperatura ambiente de los productos sensibles, colocándolos de nuevo en el frigorífico inmediatamente después de su uso.
  • Lave y desinfecte adecuadamente con agua y unas gotas de lejía (de 3 a 5 gotas por litro según la concentración del producto), APTA para desinfección de agua las frutas, verduras y hortalizas antes de su consumo.
  • Mantenga los productos químicos e insecticidas separados y alejados de los alimentos.
  • No usar NUNCA recipientes que han contenido alimentos para guardar productos químicos de limpieza y desinfección ya que pueden ingerirse accidentalmente.
  • Cuando se preparen comidas para su consumo en la playa o el campo se deberán elaborar con la mínima antelación posible y prestar especial atención a la organización en la nevera para su correcto transporte. Se colocarán en la parte más baja los alimentos que se consumirán al final de la comida y aquellos de consumo más rápido o uso frecuente, como líquidos y refrescos, en la parte alta de la nevera donde se colocan las placas generadoras de frío.
  • En las comidas de excursión, al campo o playa, evite alimentos con huevos, salsas o cremas y lleve siempre agua envasada. Deseche los restos que hayan sobrado.
  • En los establecimientos de temporada como chiringuitos, terrazas-bar, camping, etc. consuma productos que le ofrezcan garantía sanitaria y en su caso adecuadamente refrigerados y manipulados con útiles limpios.

Diarreas estivales. ¿Cómo prevenirlas?

  • Conservando los alimentos en el frigorífico, incluso los que ya están cocinados.
  • Procure que el tiempo que transcurre entre la preparación y consumo de los alimentos sea el menor posible, especialmente aquellos que contengan huevo: mayonesa, tortillas, pastelería, etc.
  • Manipulación higiénica de los alimentos.
¿Qué hacer cuando se originan?
  • No tomar alimentos sólidos durante un periodo comprendido entre 4 y 8 horas.
  • Es importante beber pequeñas cantidades de líquidos (agua, suero oral, té o agua de té, no azucarado)
  • Cuando se encuentre mejor empiece a tomar alimentos sólidos: arroz hervido, pescado cocido, yogures, leche mezclada con agua, pulpa de manzana rallada ...
  • Si no nota mejoría a lo largo del día, acuda a su centro de salud.

Adaptar la alimentación a las altas temperaturas

Todas las personas dependientes, mayores, lactantes, niños y niñas menores de tres años, están particularmente expuestas a los riesgos de la deshidratación y del golpe de calor cuando la temperatura es elevada.
Además de las recomendaciones generales que permiten reducir los riesgos de la deshidratación se proponen unos consejos de consumo alimentario para combatir la pérdida de líquidos: es preciso beber líquidos de manera suficiente, pero evitando el exceso.
Consejos para personas mayores:
  • Beber como mínimo el equivalente a ocho vasos de líquidos al día (800 ml), lo ideal sería un consumo regular de trece o catorce vasos, anticipándose a la sensación de sed, incluso con problemas de incontinencia.
  • Para diversificar el aporte de líquidos tomar infusiones, gazpachos o sopas frías, compotas de fruta, sorbetes mejor que helados, zumos de fruta, frutas ricas en agua, yogures.
  • No es aconsejable beber o comer alimentos muy fríos, pues la sensación de sed se atenúa más rápido cuando se consumen alimentos helados.
  • En todos los casos, si la persona come poco o menos que de costumbre, la disminución de aportes hídricos de origen alimentario debe compensarse con una hidratación superior.
  • El aumento de la temperatura corporal debe acompañarse de un aumento de la hidratación; por ejemplo, se deben consumir 0,5 litros de agua suplementarios por día si la temperatura pasa de 37 a 38ºC.
Consejos para niños y niñas:
  • Ofrecerles beber frecuentemente, en todas las horas del día, dándoles agua fresca, en biberón o vaso según su edad, sin esperar que manifieste sed.
  • Por la noche ofrecerle agua fresca cuando se despierte.
  • Priorizar los frutos frescos o en compota y legumbres verdes para las comidas.
  • Ofrecerle yogures cuando ya pueda tomar otra dieta y no exista contraindicación (intolerancia a la lactosa), que impida comer productos lácteos.
Fuente: Consejería de Salud Y bienestar Social