sábado, 29 de octubre de 2016

Que es el ictus

Ictus, embolia, accidente cerebrovascular (ACV), apoplejía,... cualquiera de estos términos se refiere a una alteración brusca de la circulación de la sangre que llega a nuestro cerebro. El ictus es el equivalente a un infarto de corazón, pero en el cerebro.
Existen dos tipos principales de ictus:
  • Los ictus hemorrágicos o hemorragias cerebrales: se producen cuando un vaso sanguíneo (vena o arteria) se rompe
  • Los ictus isquémicos o infartos cerebrales: ocurren cuando una arteria se obstruye por la presencia de un coágulo de sangre. A menudo, este trombo se origina en el corazón y se desplaza hasta el cerebro, donde interrumpe el flujo sanguíneo.
Aproximadamente el 85% de los ictus son isquémicos y el 15% hemorrágicos.
Cuando se sufre un ictus, el daño cerebral adquirido puede ser irreparable y dejar secuelas graves que repercuten de forma notable en la calidad de vida de los afectados. Después de un ictus, sólo un tercio de los pacientes se recupera totalmente, otro tercio queda con secuelas y otro tercio fallece. Además, el 25% de las personas que padecen un ictus mueren durante los 30 días siguientes.
Impacto del ictus

El ictus es un problema de salud muy frecuente e importante, ya que puede resultar altamente incapacitante y mortal.
En la actualidad, es la primera causa de discapacidad grave en el adulto, tanto física como intelectual, y también de dependencia; es la segunda causa de muerte en España y la primera en la mujer española.
Cada año, 130.000 personas sufren un ictus en España, de las cuales 80.000 fallecen o quedan con alguna discapacidad.
Actualmente, este trastorno es más común a edades más avanzadas. El 75% de los ictus ocurren en personas de más de 65 años. Sin embargo, cada vez se registran más casos entre adultos jóvenes debido a los hábitos de vida incorrectos e insanos que adoptan. Hoy, entre el 15% y el 20% de estos ACV afectan a individuos de menos de 45 años.
La incidencia del ictus se asocia a diferentes factores de riesgo, la mayoría de ellos evitables con una adecuada prevención. El control de los factores de riesgo es fundamental en la lucha contra el ictus.
Factores de riesgo que debemos controlar para evitar un ictus

Los ictus se pueden prevenir. Algunos de los factores de riesgo, como la edad, antecedentes familiares, sexo y raza, no se pueden modificar. Pero otros factores de riesgo sí son corregibles.
La prevención primaria del ictus se basa en la identificación y corrección de estos factores de riesgo para evitar este accidente cerebrovascular cuando aún no ha ocurrido:
  • Hipertensión arterial: es el factor de riesgo más importante para el desarrollo del ictus. En aquellas personas que no hayan sufrido un ictus anteriormente la tensión arterial debería ser inferior a 140/90, y para diabéticos o personas que ya hayan sufrido un ictus, debe ser inferior a 130/80.
  • Niveles altos de colesterol : el exceso de colesterol se deposita en las arterias en forma de placas, estrechando las arterias, afectando a la circulación y multiplicando el riesgo de sufrir un ictus. Por tanto, el paciente debe llevar una dieta rica y saludable, evitando el colesterol (<240mg/dl), lo que se consigue reduciendo las grasas saturadas.
  • Fibrilación auricular (Arritmia cardíaca): es responsable del 20% de los ictus. Esta arritmia cardíaca no controlada multiplica por 5 el riesgo de sufrir un ictus. Otras enfermedades del corazón como es el caso de los infartos de miocardio o las valvulopatías también incrementan el riesgo de ictus.
  • Diabetes: daña las arterias, por eso el riesgo de que se produzca un ictus es de 2 a 6 veces mayor en las personas diabéticas que en el resto. Debe mantener los niveles de glucemia en sangre por debajo de 120 mg/dl.
  • Tabaquismo: los fumadores tienen el doble de riesgo de sufrir un ictus que los no fumadores. El tabaco reduce el colesterol “bueno” (cuyas cifras deben ser altas, >35 mg/dl) y favorece el aumento de la tensión arterial. Además, la exposición pasiva al tabaco también aumenta la probabilidad de sufrir un ictus.
  • Consumo de alcohol: el consumo excesivo de alcohol (> 60g al día) es un factor de riesgo para todos los tipos de ictus. Aumenta la tensión arterial entre otros efectos.
  • Obesidad: se asocia a mayor riesgo de ictus debido a que se asocia a hipertensión arterial, diabetes y cifras más elevadas de colesterol. Debe mantener su índice de masa corporal por debajo de 25 para reducir el riesgo de ictus.
  • Fármacos: el consumo de algunos medicamentos puede aumentar el riesgo de sufrir un ictus, es el caso de los estrógenos (anticonceptivos o el tratamiento hormonal sustitutivo).
  • Sedentarismo: se asocia al aumento del colesterol, la hipertensión, la obesidad y otros factores de riesgo vascular, por lo que favorece el riesgo de sufrir un ictus.
  • Consumo de drogas: especialmente las drogas estimulantes. El consumo de cocaína aumenta hasta un 7% el riesgo de sufrir un ictus.
Cuantos más factores de riesgo de los mencionados tenga una persona, mayor será el riesgo de que sufra un accidente cerebrovascular; por ello, cuantos más factores de riesgo se puedan suprimir o controlar, menor será la probabilidad de sufrir el ataque.

Cómo detectar un ictus
La detección precoz del ictus es fundamental para diagnosticar qué tipo de accidente cerebrovascular es y suministrar el tratamiento adecuado lo antes posible. De esta manera se puede reducir al máximo sus secuelas y la mortalidad de las personas afectadas.
Las seis señales de alarma del ictus son las siguientes:

  1. Pérdida de fuerza en la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo, de inicio brusco.
  2. Trastornos de la sensibilidad, sensación de “acorchamiento u hormigueo” de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo, de inicio brusco.
  3. Pérdida súbita de la visión parcial o total, en uno o ambos ojos.
  4. Alteración repentina del habla, dificultad para expresarse, lenguaje que nos cuesta articular y ser entendido por quien lo escucha.
  5. Dolor de cabeza de inicio súbito, de intensidad inhabitual y sin causa aparente.
  6. Sensación de vértigo intenso, inestabilidad, desequilibrio o caídas bruscas inexplicadas, si se acompañan de cualquiera de los síntomas descritos con anterioridad.
Desde la Sociedad Española de Neurología, advierten de que no hay que quitar importancia a estos síntomas porque desaparezcan espontáneamente ya que podría tratarse de un ataque isquémico transitorio que, si se trata a tiempo, puede evitar el infarto cerebral.
Por tanto, cuando una persona o alguien de su entorno sospeche de que está padeciendo un ictus, debe acudir o ser trasladada lo antes posible a un hospital donde pueda recibir atención neurológica urgente, preferiblemente, en una unidad de ictus.
Tratamiento del Ictus
Las primeras tres horas desde el inicio de los síntomas son claves: cuanto más rápido se actúe, el paciente tendrá más probabilidades de recuperarse y menos de quedar con secuelas o de morir. Además, el tratamiento actual para los infartos cerebrales sólo funciona durante las primeras tres horas desde la aparición de los primeros síntomas. Una vez transcurrido este intervalo de tiempo, el tratamiento deja de ser eficaz.
Hay algunos pasos que hay que seguir para mejorar la supervivencia:

  • Reconocer rápidamente los signos y síntomas del ictus, anotando cuando ocurren por primera vez.
  • Activar con rapidez los servicios de emergencia: (061 ó 112, dependiendo de la Comunidad Autónoma)
  • Transporte rápido de emergencia y prenotificación al hospital: la mejor forma de llegar al hospital es mediante estos servicios, puesto que advertirán cuanto antes al servicio de urgencia del hospital.
  • Llevar a los pacientes a una Unidad de Ictus, centros médicos especializados en el tratamiento de esta enfermedad. Hay varios tipos (agudos, de estancia completa, para rehabilitación).
  • Comenzar el cuidado y la evaluación del paciente durante el transporte al hospital: en cuanto el paciente sufra un ictus, los servicios médicos responsables deben tener en cuenta determinados aspectos del paciente como una adecuada oxigenación, así como controles de alimentación, presión arterial, glucemia, fiebre u otras complicaciones.
  • Recibir el diagnóstico y el tratamiento rápidamente en el hospital para que esté bajo vigilancia intensiva.
Una vez el paciente está en el hospital, se identifica el origen del ictus y se procede a tratarlo en función de este:

  • Los ictus isquémicos o infartos cerebrales se tratan con un fármaco trombolítico o fibrinolítico. Este tratamiento destruye el trombo que causa la interrupción del flujo sanguíneo en el cerebro y permite restaurar la circulación y las funciones neurológicas perdidas durante el ictus. Tiene riesgo de sangrado, por lo que los neurólogos deben seleccionar minuciosamente a los pacientes que se beneficiarían de este tratamiento, en función de la edad, el tiempo de evolución del ictus y otras características. Sólo es eficaz durante las primeras tres horas en las que se administra, por lo que es fundamental actuar con rapidez.
  • Los ictus hemorrágicos debidos a malformaciones congénitas de los vasos sanguíneos y aneurismas se tratan con embolización, que consiste en administrar sustancias que taponan las arterias que se han roto. En ocasiones, se debe recurrir a la cirugía para eliminar el coágulo que bloquea las arterias del cerebro.
Cuando el ictus ya haya pasado, el tratamiento depende de las incapacidades que le hayan quedado al paciente.
Rehabilitación de un ictus
Otra parte importante del tratamiento del ictus es la rehabilitación. Es frecuente que, tras algunos ictus importantes, el paciente deba acudir a rehabilitación, en especial si ha llegado a producirse el infarto (muerte) de alguna región del cerebro, ya que hay que conseguir en la medida de lo posible que otro área del cerebro pase a controlar las funciones que antes controlaba la zona afectada.
Generalmente, la rehabilitación debe comenzar en cuanto el paciente está estable. Médicos, neurólogos, fisioterapeutas, rehabilitadores, logopedas y personal de enfermería forman el equipo multidisciplinar que intentará ayudar al paciente a recuperar las funciones alteradas o restablecer las funciones perdidas. Los pacientes con ictus que no han podido tratarse con trombolisis pueden llegar a recuperar la capacidad para comunicarse, para caminar o para utilizar el brazo paralizado nuevamente gracias a una buena rehabilitación.
Pronóstico del ictus
Es muy complicado establecer un pronóstico para los ictus. Dependerá en gran parte del tipo de ictus de que se trate y del tiempo que ha permanecido el tejido cerebral sin recibir sangre. También dependerá de la zona afectada, de la edad, sexo y raza del paciente y de su propia capacidad de recuperación.
La posibilidad de repetición del ictus es considerable durante los primeros tres meses de convalecencia, y hasta un 14% en el primer año. De ahí que se considere tan importante el uso de aspirina para evitarlo, así como el estricto control de los factores de riesgo modificables (hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes, tabaquismo…).
El ictus es una enfermedad grave e incapacitante. Su mortalidad oscila entre un 10-20% en el primer mes. Y las complicaciones que lo acompañan pueden distorsionar de manera permanente la vida del paciente y de su entorno.
Los avances en diagnóstico y tratamiento han sido fundamentales, y el control de los factores de riesgo resulta vital para impedir la aparición de un primer ictus (prevención primaria) o de una recaída (prevención secundaria). Solo con el buen control de la tensión arterial se puede disminuir hasta en un 45% el riesgo de recurrencia.



Laura.-


lunes, 17 de octubre de 2016

Los piojos de la cabeza

Los piojos y liendres son parásitos que se alimentan de la sangre de la persona que los tenga y, además de ser muy desagradables, también generan molestias como picores o pequeñas lesiones en el cuero cabelludo.
A la presencia de piojos en la cabeza se le llama pediculosis y no debe considerarse algo vergonzoso. Los piojos no son característicos de ninguna clase social ni consecuencia de la falta de higiene.
De hecho, es muy frecuente en nuestro entorno y, aunque los niños, niñas y adolescentes son los que principalmente la padecen, debido a la facilidad de contagio que existe en parques y colegios, la pediculosis puede afectarnos a todos.
Por ello, es muy importante que los padres estén muy atentos pues, de no detectarlos rápido, se pueden propagar y llegar a afectar a otros integrantes de la familia.
Es responsabilidad de todos el control de la pediculosis.
¿Cómo viven?
Los piojos de la cabeza viven exclusivamente en los cabellos de las personas. No pueden saltar, volar, ni caminar por otras superficies. Sólo están capacitados para agarrarse a los pelos.
Los que puedan caer en cuello, ropa de cama e incluso en alfombras, sofás, etc. están dañados y suponen escaso peligro de contagio.
Se reproducen por huevos, también llamados liendres, que se adhieren a los pelos, cerca de la raíz. De las liendres, aproximadamente a la semana de su puesta, salen las crías (ninfas) que, aunque son más pequeñas que los adultos, ya se alimentan de la sangre que chupan mediante picotazos que producen el picor característico, síntoma de su presencia. Aproximadamente a los 15 días, las crías se transforman en adultos que ya están capacitados para poner nuevas liendres.
¿Cómo se contagian?
Por contacto directo entre los pelos, es decir, entre cabeza y cabeza.

También es posible su contagio a través del intercambio de objetos de uso para la cabeza tales como cepillos, gorros, coleteros, diademas…, y siempre que este intercambio se haga de forma inmediata.
Los piojos fuera de la cabeza sobreviven durante poco tiempo.
Los piojos no pueden transmitirse por animales domésticos, agua, arena ni césped
¿Cuándo sospechar que mi hijo tiene piojos? 
  1. Si observa que presenta síntomas de picor en la cabeza, sobre todo en la nuca y detrás de las orejas. No obstante, cuando se tienen piojos por primera vez los picores pueden tardar en aparecer. En condiciones normales el picor persistente es el único síntoma. Si, debido a este picor, se produce un rascado intenso pueden provocarse heridas que pudieran infectarse. Afortunadamente no se conoce en nuestro país ninguna enfermedad que se transmita por las picaduras de los piojos de la cabeza.
  2. Si, al revisar la cabeza, encuentra piojos adultos, crías (ninfas) o liendres. Sin embargo, las liendres pueden estar vacías o muertas y el picor estar producido por otras causas, por lo que la única manera de estar seguros de que padece las picaduras de piojos es encontrar adultos o ninfas vivas. Las liendres son los huevecillos de los piojos y las causantes del picor. La liendre tarda 7 días en crecer y volverse piojo; por tal motivo disponemos de una semana para quitar las liendres de la cabeza y evitar futuros huevecillos. Si su hijo está infestado evite traerlo a clase hasta la completa extracción de las liendres. Avise a sus profesores, ellos saben lo que hacer.

¿Son liendres o son sólo caspa?
Las liendres son difíciles de sacar del cabello. Parecen pequeños granos de arena y así se pueden sentir antes de verlas. Son muy pequeñas y de color blanco amarillento e incluso grisáceas. La caspa es más grande y blanca y se mueve al pasarle el dedo.
¿Cómo prevenir los piojos?
  • Mantenga el cabello corto o recogido en cola o trenza.
  • Examine la cabeza semanalmente para ver si tiene piojos o liendres. El viernes es un buen día. Para hacerlo, la luz natural es la mejor ya que son difíciles de ver si no hay buena iluminación. A los piojos les gusta poner sus huevos detrás de la orejas, en la nuca, sobre el cuello y en la parte superior de la cabeza.
  • La lendrera, tradicional peine de púas para piojos, resulta un elemento muy eficaz para esta revisión, así como para retirar los piojos adultos, crías y liendres, si los hay. Humedezca el cabello con agua y utilice este peine especial. Es fundamental que el espacio entre las púas sea muy pequeño (no supere los 0,2 mm). Además, son preferibles las lendreras de metal por su rigidez.
  • Lo más importante en el tratamiento contra los piojos es la extracción de las liendres. Si no quita las liendres regularmente; nada de lo que haga funcionará. Por ello, primero debe matar los piojos vivos de la cabeza y después, eliminar todas las liendres.
  • Conviene informar a los maestros de su hijo para que todos los padres los revisen y adopten medidas de prevención. El control de la pediculosis es una tarea de todos.
  • La principal y casi única medida preventiva es revisar regularmente la cabeza de los niños

Algunos consejos útiles para efectuar la revisión
1. Humedecer el cabello y utilizar un acondicionador para desenredarlo.
2. Disponer de una buena iluminación.
3. Tener paciencia para revisar, meticulosamente, mechón a mechón, el cabello.
4. Limpiar la lendrera después de la revisión de cada mechón.
5. Se aconseja que, tanto la persona que revisa como la que es revisada, busquen la postura más cómoda posible.
 Es importante evitar el intercambio de adornos del pelo, peines, gorros y bufandas.
Los productos farmacéuticos con insecticidas (o pediculicidas), nunca deben usarse como prevención; sólo pueden usarse cuando estemos seguros de que hay piojos.
Qué hacer si hay piojos
  1. Es fundamental, y no debemos avergonzarnos al hacerlo, avisar al colegio y a los padres o tutores de sus compañeros, de que nuestro hijo tiene piojos porque así evitamos que otros niños, incluido el nuestro, puedan volver a contagiarse.
  2. Revisar la cabeza de todos los familiares de la casa.
  3. No compartir peines, gorros, y otras prendas para la cabeza, con las personas afectadas.
  4. Tomar medidas para eliminar los piojos de las personas afectadas.

¿Cómo eliminar los piojos?
Hay diferentes formas de eliminarlos, pero lo más utilizado actualmente son los productos farmacéuticos, llamados pediculicidas, que son insecticidas de uso externo
Hay tres clases de productos, según estén compuestos de Piretrinas, Malatión o Lindano (materias activas):
  1.  Las Piretrinas son la primera opción y, entre ellas, la Permetrina al 1% es la más recomendada, por su poder para destruir las liendres y sus escasos efectos adversos.
  2. En segundo lugar, los de Malatión, que son algo más tóxicos.
  3. Por último, y sólo en casos excepcionales, los elaborados a base de Lindano, ya que este producto se absorbe por la piel y su uso inadecuado puede afectar al sistema nervioso.

Los pediculicidas tópicos se presentan como champús, lociones o geles y sprays:
  • Las lociones y geles son los productos más eficaces porque se aplican sobre pelo seco, llegando mejor así a los piojos, y además, por su prolongado tiempo de acción. Aunque los fabricantes indican tiempos cortos de exposición (alrededor de los diez minutos), para la Permetrina es recomendable dejar el producto entre seis y ocho horas, por lo que es aconsejable el uso de un gorro de ducha. El Malatión debe permanecer en el cabello entre ocho y doce horas para que sea eficaz y el lindano no más de cuatro minutos. Una vez transcurrido el tiempo de aplicación, se recomienda:

a) Lavar abundantemente el producto, cuidando de que no entre en contacto con el resto del cuerpo.
b) Realizar el penúltimo enjuague incorporando una parte de vinagre por cada dos de agua, porque ayuda a despegar las liendres.
c) Peinar con una lendrera para retirar los piojos muertos y las liendres.
d) Secar al aire, no con secador, ya que el calor puede disminuir el efecto del insecticida.
e) Si no ha surtido efecto, repetir el tratamiento al cabo de una semana, siempre que el producto utilizado así lo admita (cuidado con el malatión y el lindano) y nunca más de tres veces. Si al cabo de las tres aplicaciones sigue sin dar resultado, hay que cambiar a un producto con otra composición.
  • Los champús son menos eficaces, porque se aplican con el pelo humedecido y durante menos tiempo, pero son más recomendables si hay lesiones en el cuero cabelludo. Para su aplicación, hay que tener en cuenta las mismas recomendaciones que para las lociones y geles. El tiempo de permanencia del producto es de cinco a diez minutos, teniendo presente que, si el champú es a base de Lindano, no debe permanecer en la cabeza más de cinco minutos. La aplicación debe repetirse a los tres y seis días.
  • Los sprays son los menos eficaces pues no llegan a impregnar todo el pelo. Además, tienen riesgos de intoxicación por vía respiratoria.

Qué hacer si el tratamiento fracasa
Si después de tres aplicaciones del pediculicida, realizadas correctamente, no se ha conseguido eliminar los piojos, no continúe aplicándolo y consulte a su médico o farmacéutico para cambiar de producto o método.
Es algo que sucede frecuentemente. Ello es debido a tres posibles causas:
  1. El tratamiento se ha hecho con productos inadecuados o estos se han aplicado de forma incorrecta.
  2. Cuando se ha producido un nuevo contagio.
  3. La resistencia de los piojos a los pediculicidas. Si los piojos y liendres no llegan a morir con la aplicación del pediculicida, pueden llegar a desarrollar resistencia contra los mismos. Es un problema muy frecuente en la actualidad y por ello no deben usarse estos productos de forma rutinaria.
    Laura.-



Fuente: Consejería de Salud. Junta de Andalucía

sábado, 8 de octubre de 2016

Cuidados Paliativos

Verhandeln. Ferdinand Hodler
¿Qué son los Cuidados Paliativos?

 Los Cuidados Paliativos son el tipo de atención sanitaria que se debe prestar al final de la vida. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de pacientes y sus familias cuando se enfrentan a una enfermedad en situación terminal. Hablamos de situación terminal ante una enfermedad incurable, avanzada y progresiva, sin posibilidad razonable de respuesta a tratamientos curativos y con un pronóstico de vida limitado. En esta situación, aparecen múltiples necesidades a las que se puede dar respuesta y que son el objetivo de los Cuidados Paliativos. Para ello, es necesario realizar una valoración, a partir de la cual se determinará un plan de actuación individualizado, activo y continuado para pacientes y sus familias, respetando sus deseos.

¿Para qué sirven los Cuidados Paliativos?

Los Cuidados Paliativos ayudan a prevenir y aliviar el sufrimiento (físico, emocional, espiritual…) de la persona que se encuentra en esta situación. Contribuyen a mejorar su calidad de vida y la de su familia. Permiten abordar el proceso de la muerte dentro del respeto a los valores y creencias de cada persona

¿Cuáles son los objetivos de los Cuidados Paliativos?
·        El alivio del dolor y otros síntomas.  
·        Una comunicación e información adecuadas.
·        El respeto a la autonomía.
·        El apoyo a la familia y/o personas cuidadoras.
·        El soporte emocional que precisen pacientes y familias.  
·        La respuesta a sus necesidades espirituales.  
·        La continuidad asistencial a lo largo de su evolución.  
·        La atención al duelo.

¿A quiénes van dirigidos los Cuidados Paliativos?

A todas las personas que padecen una enfermedad incurable, avanzada y progresiva y a sus familias.  
·        cualquiera que sea la causa de su enfermedad (cáncer, insuficiencia cardiaca, respiratoria, renal, hepática, SIDA, demencias o enfermedades neurodegenerativas, etc.…)  
·        de cualquier edad  
·        en cualquier lugar donde se encuentren: domicilio, hospital, residencia…

¿Por qué también se atiende a la familia?

Ayudar a la familia a sobrellevar esta situación repercute positivamente en la calidad de vida de las y los pacientes. La familia, en esta situación, es un pilar básico en los cuidados. Aumenta su carga de trabajo, sufre junto a su ser querido y tiene miedo a la pérdida. Esto tiene implicaciones a nivel emocional y repercusiones en su salud, tanto a lo largo de la enfermedad como en el duelo. Por eso, es necesario cuidar también a la familia.

¿Qué información puede recibir una persona sobre su enfermedad?

Toda la que precise, desee y demande. De igual modo, tiene derecho a no recibir información si así lo desea y es su decisión. Este derecho está regulado en la Ley Básica de Autonomía del Paciente. Ocultar o falsear la información es perjudicial, aunque se haga con buena intención. Para evitar esta situación, en la que se encubre información, es muy importante una buena comunicación, desde el inicio, entre profesionales, pacientes y familias.

¿Qué es la Declaración de Voluntad Vital Anticipada (VVA)?

Es un documento donde se recogen la voluntad, los valores, los deseos y las instrucciones sobre las actuaciones sanitarias que se quieren recibir o no en el futuro, en el supuesto de que llegado el momento la persona carezca de capacidad para decidir por sí misma. También permite nombrar una persona como representante para que, cuando sea necesario, vele por el cumplimiento de las instrucciones que la persona ha dejado establecidas. Esta declaración se inscribe en un registro que el personal sanitario tiene que consultar cuando la situación así lo requiera. La declaración puede modificarse o anularse en cualquier momento, por el mismo procedimiento por el que se hizo la primera vez.
La realización de la Declaración de Voluntad Vital Anticipada es un derecho que está recogido en la ley 5/2003 de 9 de octubre y en la Ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de la muerte, de Andalucía.

(…)
¿Se puede predecir el pronóstico de vida de una persona?

El pronóstico de vida es individualizado para cada paciente y difícil de predecir. Los Cuidados Paliativos procuran el mayor bienestar posible a través de una atención integral.

(…)
¿Se pueden aliviar los síntomas que se presentan en la situación terminal?

La mayoría de las veces, los síntomas se pueden aliviar con el tratamiento adecuado. A veces, algunos síntomas se vuelven muy intensos y no responden a ningún tratamiento. Se llaman síntomas refractarios. La única forma de controlarlos es disminuir el nivel de conciencia, por lo que se recurre a la sedación paliativa.

 ¿Qué es la sedación paliativa?

Es la administración de medicamentos, en las dosis adecuadas, para reducir la conciencia, tanto como sea preciso, de una persona en situación terminal, con el fin de aliviar uno o más síntomas refractarios. La sedación paliativa puede ser utilizada sólo durante un intervalo de tiempo, hasta que se controle el síntoma, o mantenerse hasta el final de la vida, si es necesaria. También puede ser más o menos profunda, dependiendo del alivio del síntoma y de la voluntad de la persona afectada

¿Qué se requiere para iniciar una sedación paliativa?

 El diagnóstico de uno o más síntomas refractarios, y el consentimiento explícito para la misma.

(…)
¿Cuáles son esos recursos sanitarios disponibles?

Los recursos sanitarios que atienden a pacientes en situación terminal son:
1/ Recursos convencionales
Son los recursos integrados por profesionales de Atención Primaria y de Atención Hospitalaria. Son responsables de atender tanto a pacientes como a familias cuando la situación no presenta grandes complicaciones.
 2/ Recursos avanzados
Están formados por equipos de profesionales que dan respuesta a las situaciones más complicados. Son:
·        Unidades de Cuidados Paliativos: Unidad ubicada en el Hospital que dispone de camas para el ingreso de pacientes que lo precisen.
·        Equipos de soporte de Cuidados Paliativos: Equipos que realizan atención a pacientes en su domicilio y en aquellos Hospitales que, por su tamaño, no tienen Unidades de Cuidados Paliativos.
 3/ Recursos de atención urgente
Están formados por profesionales de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria, Hospitalaria y/o Domiciliaria. Pueden asistir a las situaciones urgentes de pacientes en situación terminal, coordinando su asistencia con el resto de los recursos.

(…)

En cualquier caso, para ampliar esta información o plantear dudas concretas, puede consultar con las y los profesionales sanitarios de su centro de salud.

Eloisa


Bibliografia: Guia de información para la ciudadania sobre CUIDADOS PALIATIVOS. Consejeria de Salud. Junta de Andalucía