martes, 19 de febrero de 2019

LA HIPOACUSIA EN LOS MAYORES

JOSÉ JIMÉNEZ ARANDA
"Lectura de la Gaceta"1886


La hipoacusia, deficiencia auditiva o sordera, es un trastorno sensorial que consiste en la disminución de la capacidad auditiva. Es muy común en personas mayores, pero también puede afectar a jóvenes e incluso padecerse desde el nacimiento. La pérdida de la audición relacionada al envejecimiento se llama presbiacusia.
La hipoacusia afecta la calidad de vida de quienes la padecen, en particular el aspecto psicológico, social y emocional. Frecuentemente, es subestimada por ser un problema que progresa lentamente o debido a la creencia de que la pérdida de audición es una parte normal de envejecimiento.
Dependiendo de la gravedad y la etapa de la vida en la que se manifieste, la hipoacusia puede afectar al desarrollo del habla, el lenguaje, las habilidades cognitivas, las relaciones interpersonales y la salud mental.

TIPOS DE HIPOACUSIA
La pérdida de la audición puede afectar a un solo oído (hipoacusia unilateral), o a los dos oídos (hipoacusia bilateral).
Según la localización de la lesión, las hipoacusias pueden ser de transmisión (o conductivas), o de percepción (o neurosensoriales), siendo estas últimas las más graves:
En las hipoacusias de transmisión, se encuentra afectada la parte mecánica del oído, debido a patologías localizadas en el oído externo y medio, diferentes formas de otitis medias y sus secuelas, la tímpanoesclerosis, la otosclerosis, los traumatismos, y las malformaciones congénitas del oído externo y medio.
En las hipoacusias de percepción se afecta el oído interno o el nervio auditivo que transmite el sonido al cerebro
Según el grado de pérdida auditiva, las hipoacusias pueden clasificarse en:
Ligera: se caracteriza por la dificultad para escuchar conversaciones lejanas o en entornos ruidosos.
Media: se caracteriza por la dificultad para participar en conversaciones.
Severa: solo pueden escuchar conversaciones muy altas y a menos de 30 cm.
Profunda:  solo son capaces de escuchar algunos sonidos ambientales muy intensos.

CAUSAS
Dentro de las causas de hipoacusia en adultos mayores se encuentra la presbiacusia, o sordera relacionada con el envejecimiento
La hipoacusia por exposición a ruidos es causada por una sobreestimulación del sistema auditivo, que causa el deterioro de las células ciliadas o células sensoriales del oído encargadas de llevar la información del sonido al cerebro.
Otras causas pueden ser: otitis media crónica, traumatismos, timpanoesclerosis, otosclerosis e hipoacusias genéticas.
El tapón de cerumen también puede causar dificultad para oír y es común con la edad.

SINTOMAS
La pérdida de audición o una disminución de ésta es en sí misma un síntoma.
En los adultos, la pérdida de audición la manifiestan ellos mismos, necesitando acercarse a su interlocutor, incluso orientando el pabellón auricular para amplificar el sonido, y con empeoramiento en situaciones ruidosas. Otro síntoma indicativo de hipoacusia es que suelen ser personas que hablan muy alto debido a que no se escuchan, o en su vida cotidiana utilizan volúmenes muy altos en los aparatos audiovisuales.
El ruido anormal y persistente en el oído (zumbido de oídos, tinnitus o acúfenos) es otro síntoma que puede aparecer. Las causas pueden incluir acumulación de cerumen o medicamentos que dañan las estructuras en el oído interno. Los acúfenos generan un aumento de sensibilidad hacia los ruidos externos que hace que se toleren peor, presentándose en ocasiones formas graves que interfieren en la calidad de vida.
El paciente puede referir mareos e inestabilidad al caminar, problemas que orientan hacia un trastorno del oído interno.

CONSECUENCIAS
Se considera que la presbiacusia es un fenómeno biológico, dando sus primeras manifestaciones a los 50 - 60 años de edad. Genera alteración de la comunicación oral o dificultad de una persona para participar activamente en una conversación.
La pérdida de audición conduce a problemas psicosociales significativos, como puede ser el aislamiento y por ende sus consecuencias en las relaciones interpersonales y en las actividades grupales. A nivel psicológico se asocia con trastornos emocionales como depresión, soledad y ansiedad. Además, diferentes estudios de investigación asocian la hipoacusia con deterioro cognitivo y demencia.
No debemos olvidar los riesgos asociados a una discapacidad sensorial y presentes en actividades cotidianas: caídas, accidentes domésticos, atropellos...

PREVENCION
Como en otras enfermedades, la prevención de la hipoacusia radica en evitar en la medida de lo posible la presencia de los factores de riesgo que la originan. En los casos en los que la hipoacusia sea genética, la prevención no es posible, pero sí la detección temprana y puesta en marcha de mecanismos para su adaptación y tratamiento según el caso.
En otros casos como las hipoacusias relacionadas con el ámbito laboral, el establecimiento de medidas de prevención de riesgos acústicos mediante normativas en las empresas ha hecho disminuir su incidencia, pero debe vigilarse su cumplimiento por parte de empleado y empresa. Es aconsejable la exposición al ruido controlada en el tiempo de trabajadores de fábricas, aeropuertos, personal de la construcción, músicos…, además de utilización de elementos de protección auditiva.
En ámbitos más domésticos, deben evitarse volúmenes elevados en dispositivos de música mediante auriculares, ambientes excesivamente ruidosos, etc.
También deben tenerse en cuenta que muchos medicamentos (antiinflamatorios, antibióticos…) pueden ser tóxicos para el oído y esto debe ser valorado minuciosamente a la hora de prescribirlos a personas con alteraciones de la audición, especialmente ancianos.
La otoscopia o exploración mediante luz del oído externo hasta el tímpano no debe faltar en toda evaluación de una persona con hipoacusia. Mediante esta prueba se pueden detectar obstrucciones en el oído externo, infecciones, tumores, etc.
Es importante que las personas con este problema identifiquen si la sordera es uni o bilateral puesto que puede ayudar al diagnóstico, así como si el inicio fue agudo o ha sido progresivo a lo largo de los años.

TRATAMIENTO
Las hipoacusias de transmisión tienen un pronóstico bastante bueno, y los tratamientos aplicados actualmente resultan satisfactorios.
Las lesiones tímpano-osiculares, como las perforaciones de la membrana timpánica y las alteraciones en los huesecillos, se tratan con una microcirugía, que tiene éxito en más del 80% de los casos.
En los pacientes con malformaciones congénitas se utilizan reconstrucciones quirúrgicas en función de la gravedad de la malformación. Actualmente existen dispositivos implantables electromagnéticos, que actúan como vibradores óseos, con excelentes resultados.
Las hipoacusias de percepción, por el contrario, no cuentan con un tratamiento que cure definitivamente las lesiones, ya que el daño producido a nivel neuronal es irreparable. Por lo tanto, el tratamiento de este tipo de hipoacusias se centra en mejorar la comunicación mediante el empleo de audífonos y de implantes cocleares. Los audífonos son dispositivos electrónicos cuya función es amplificar el sonido que llega al oído. Los implantes cocleares son prótesis auditivas especiales que se colocan realizando una intervención quirúrgica en el oído interno dañado, y sustituyen así su función.

TÉCNICAS PARA LA COMUNICACIÓN CON LOS ADULTOS MAYORES CON DEFICIENCIA AUDITIVA
  • Capte la atención de la persona primero y háblele de frente. 
  • Hable con voz fuerte, pero sin gritar.
  • Hable lenta y claramente.
  • Elimine el ruido de fondo.
  • Use otras palabras en vez de repetir una oración que no se entendió.
  • Use otros medios de comunicación, tales como gestos, dibujos y materiales escritos.
  • Haga que la persona mayor repita los datos importantes para asegurar su comprensión.
  • Alerte a la persona cuando está cambiando de tema.



¿Existe relación entre la hipoacusia y la falta de memoria?

La evidencia nos dice que la pérdida de audición provoca una aceleración del deterioro cognitivo. Numerosos estudios de investigación reconocen la presbiacusia como un factor de riesgo de demencia. Para explicar el mecanismo por el que el deterioro cognitivo y la pérdida de audición podrían estar relacionados se han propuesto tres teorías

• La primera o “causa común”: ambas patologías son el resultado del proceso degenerativo del cerebro que envejece.
• La segunda es la “hipótesis en cascada”: la disminución de la audición afecta a la cognición de forma directa por una conexión sensorial empobrecida e indirectamente por una disminución de la socialización, aislamiento, soledad y depresión.
• La tercera hipótesis o “teoría de la carga cognitiva”: nos habla de un agotamiento de la reserva cognitiva para ayudar a compensar los déficits del proceso auditivo, disminuyendo los recursos neuronales disponibles para otras funciones cognitivas como la memoria. El esfuerzo mental compensatorio requerido para mantener la función cognitiva acelera la neurodegeneración y la atrofia cerebral.

Esto nos lleva a plantearnos la necesidad de continuar en esta línea de investigación y a valorar el estado cognitivo de las personas con presbiacusia, para prevenir o ralentizar el deterioro de la memoria.


-Albert , M . Hearing loss and dementia. Who is listening?. Aging Ment Health . 2014 
-Fortunato, S, et al. A review of new insights on the association between hearing loss and cognitive decline in aging. Acta Otorhinolaryngol Ital. 2016
-Stahl, S.: Does treating hearing loss prevent or slow the progress of dementia? Hearing is not all in the ears, but who’s listening? CNS Spectrums. 2017



Eloisa