domingo, 5 de mayo de 2019

UNA ATENCION LIMPIA PARA TODOS ESTÁ EN TUS MANOS


  • 5 DE MAYO: DIA MUNDIAL DE LA HIGIENE DE MANOS
Mantener una adecuada higiene en nuestras manos es el mejor modo de prevención ante el contagio de enfermedades. Cada año, las enfermedades transmitidas por falta de higiene, como la diarrea, matan a 840.000 personas. La mayoría de ellas viven en países donde el acceso a agua potable y fuentes seguras de saneamiento no están garantizadas.
Importantes instituciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud o Naciones Unidas lanzan a menudo campañas de sensibilización y concienciación sobre la importancia de lavarse las manos. La OMS inició una campaña mundial en 2009 con el título “Salve vidas: límpiese las manos”. Al finalizar la campaña de la OMS, la propia institución declaró el 5 de mayo como el Día Mundial de la Higiene de las Manos.
Estas campañas tienen un doble objetivo: la adopción de medidas de higiene en los lugares de atención sanitaria y la lucha por conseguir un acceso seguro a agua potable y a fuentes de saneamiento para toda la población mundial.

Cómo lavarse las manos

Aunque parece una tarea sencilla, no siempre nos lavamos las manos de manera adecuada, os comentamos cuáles son los pasos a seguir para lavarse las manos de forma correcta.
En primer lugar, y siempre que sea posible hay que mojarse las manos con agua tibia, entre 20 y 37ºC, para eliminar los microorganismos superficiales. A continuación debemos añadir jabón a las palmas de las manos y frotar con energía, sin olvidar el dorso, las muñecas y los espacios entre los dedos. Debemos frotar en todas las partes de las manos durante unos 15 ó 20 segundos.
Las uñas son una zona bastante conflictiva, porque acumulan mucha suciedad en el espacio comprendido entre las propias uñas y los dedos, para ello, y siempre si es posible, se recomienda cepillar las uñas y los dedos con la ayuda de un cepillo previamente enjabonado unos 15 segundos.
El siguiente paso es enjuagar las manos con agua y eliminar todos los restos de jabón.  El último paso es secar bien las manos con una toalla, un paño seco o agitándolas. En muchos establecimientos públicos están presentes secadores de manos, que funcionan conectados a la electricidad.
En caso de no disponer de jabón o agua, existen productos desinfectantes para manos que se comercializan en forma de líquido o toallitas y son fácilmente transportables. Son muy útiles para situaciones en las que no estamos seguros de poder utilizar un baño público.

Lavarse las manos antes de consumir alimentos

Las manos están presentes en prácticamente cualquier actividad que realicemos, un buen ejemplo de ello es el uso del teléfono móvil. La mayoría de los teléfonos móviles de la actualidad son smartphones, y según un estudio de la Universidad de Barcelona, la pantalla de los teléfonos móviles puede contener hasta 600 bacterias, 30 veces más que la tapa de un inodoro. Otros lugares con una gran concentración de bacterias son el teclado de los ordenadores, los grifos o los botones del ascensor.
Las manos son la parte de nuestro cuerpo que posiblemente se encuentra más expuesta a los agentes externos. El hecho de sentarse a comer sin lavarse las manos puede provocar que las bacterias se transmitan directamente a los alimentos que van a ser ingeridos. Esto puede provocar infecciones y otras afecciones de salud.
El gesto de lavarse las manos antes de comer está normalizado en prácticamente todo el planeta. Normalmente esta práctica se enseña a los niños desde pequeños como una de las normas de higiene básicas para mantener un buen estado de salud.
Puede ocurrir que, en ocasiones, al normalizar el gesto porque se automatiza, no le demos la importancia que realmente tiene. Esa es la razón por la cual instituciones como la OMS o la ONU recuerdan constantemente la importancia de lavarse las manos.

Cuándo hay que lavarse las manos

No sólo hay que lavarse las manos antes de comer, existen otros momentos, conocidos como “momentos críticos” en los que es igualmente necesario llevar a cabo este gesto.
– Antes de manipular alimentos o bebidas, tanto en el ámbito doméstico como en el de la restauración y la hostelería.
– Tras usar el inodoro.
– Tras cambiar los pañales a un bebé.
– Tras tocar tierra o animales y tras recoger las heces de las mascotas.
– Tras estornudar o toser. El gesto de llevarnos las manos a la boca durante estas acciones es el modo de prevenir la transmisión de infecciones a los demás.
– Al quitarnos o ponernos lentes de contacto.
Del mismo modo, es también aconsejable lavarse las manos al llegar a casa, así como tras viajar en transporte público o estar en entornos colectivos como colegios, hospitales, tiendas, etc.
Si habitualmente mantenemos contacto con personas enfermas, es necesario lavarse las manos para proteger nuestra salud como la del propio enfermo. Igualmente, si vamos a estar en contacto con colectivos vulnerables, como niños lactantes, ancianos o personas más sensibles ante infecciones y enfermedades, también debemos repetir esta costumbre de manera continua. Por último, aquellas personas que manejen monedas o billetes en su actividad laboral también deben lavarse las manos.
Eloisa

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