La inactividad es, en términos absolutos, algo más mortal que el tabaquismo, aunque proporcionalmente fumar es peor porque lo hace menos gente (un 26% de la población mundial), mientras que los inactivos son el 30,1%.
Es cierto que, aunque ningún certificado médico de defunción dice que alguien murió de sedentarismo, se sabe que hay enfermedades que se agravan por no hacer ejercicio. O las que mejoran por hacerlo como son: la enfermedad coronaria, hipertensión, infarto, síndrome metabólico, diabetes tipo2, depresión y caídas. Prácticamente no hay un tipo de enfermedad que no mejore con el ejercicio; la única excepción son las enfermedades infecciosas donde el ejercicio no parece que influya.
Las mujeres son, en general menos activas que los hombres y, por países, la proporción de sedentarios, por poner los extremos, va del 4,7% en Bangladesh al 79,9% en Malta .Esta diferencia se debe a que en los países donde los trabajos han perdido el carácter físico,como son los más ricos, la actividad se realiza solo en los ratos de ocio, mientras que en países como Bangladesh, la actividad física se realiza a la hora de trabajar (labrar, cortar leña, acarrear agua, etc).
Esto último hace que no sea fácil recomendar soluciones. Por eso, el consejo para la población española en general está en hacer unos 150 minutos semanales de paseo o ciclismo suave. En los niños, la cantidad recomendada debe ser mayor y ejercicios que consuman más energía.
Sin embargo, el problema es tan grave, que sólo aconsejar que se haga ejercicio no sirve, "hay que buscar los métodos para que ésta práctica sea atractiva". Y la clave del cambio sólo la podemos encontrar en los colegios, fomentar las horas de deporte y darle la misma importancia que se les da a asignaturas como las matemáticas.
No olvidar que "Si se incrementara el ejercicio, la esperanza de vida podría aumentar 0,68 años".
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