Existen muchas maneras de practicar la relajación y cada persona utilizará la que le resulte mejor. El objetivo de la relajación es que cada persona aprenda a controlar el nivel de aceleración corporal y pueda crear un centro de serenidad en su interior.
Las técnicas de relajación más conocidas son: la respiración profunda, la relajación muscular progresiva (tensar y relajar grupos musculares), la visualización de imágenes evocadoras (utilizar la imaginación para crear imágenenes positivas) y el uso de palabras clave para la relajación.
También relaja practicar algún deporte "convencional", bailar o escuchar música tranquila y suave, así como la práctica de ejercicios que combinen el movimiento con la meditación, como el yoga, el tai chi, el pilates, etc.
En cualquiera de los casos, lo que es cierto es que aprender a relajarse requiere práctica. Pero existen una serie de factores que son comunes en todas las técnicas de relajación. Seguir estos pasos pueden ayudarle a aprender a relajarse:
- Comenzaremos buscando un lugar tranquilo, con luz suave, evitando ser interrumpido.
- Adoptar una postura cómoda, tumbado o sentado y con ropa cómoda que no le apriete.
- Su situación es agradable, ponga música si eso le ayuda y su mente está libre de pensamientos.
- Escoja una frase que le haga sentir cómodo cada vez que la diga; por ejemplo: "despacio", "tranquilo", "inspiro y espiro"...o bien una oración.
- Sonría abiertamente o sonria a nivel interior y dígase para sí mismo su frase de relajación.
- Tome una inspiración larga, introduciendo aire en los pulmones, lenta y profundamente. Después expulse el aire lentamente y, mientras lo hace, piense en lo relajado que se siente.
Cuantas mas veces realice estos ejercicios al cabo del día, antes aprenderá a relajarse.
Sirva de ejemplo esta frase de Thich Hanh en "Hacia la paz interior":
" Inspirando tranquilizo mi cuerpo.
Espirando sonrío.
Vivo el momento presente
sabiendo que es un momento bello."
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