En la vida de cada persona existen varias etapas unidas a su desarrollo global. En la mujer la menopausia es una etapa natural de cambios que a menudo no son fáciles de aceptar y más si van unidos a molestias e inquietudes. Coincide con la fase media de la vida y en esta época pueden aparecer numerosos acontecimientos vitales como la pérdida o enfermedad de los padres, la independencia de los hijos, riesgo de aparición de enfermedades… Menopausia no es sinónimo de vejez ni tampoco de enfermedad. La mujer actual suele estar informada y por tanto capacitada para elegir y decidir la forma de afrontar estos cambios. También en esta etapa ha desarrollado múltiples recursos y habilidades que puede utilizar.
Por otro lado conlleva algunos riesgos que hay
que conocer para prevenir y poder disfrutar este periodo con plena salud y calidad de vida.
Definimos algunos términos:
Menopausia: fecha del último periodo menstrual que tiene una
mujer: ha finalizado la función del ovario como productor de hormonas (estrógenos, andrógenos y
progesterona). Puede ser natural (se produce espontáneamente hacia los 50 años)
, quirúrgica (cirugía del aparato genital), inducida (como consecuencia de
tratamientos o enfermedades), precoz (antes de los 40 años) o tardía (después
de los 55 años)
Perimenopausia: periodo de transición con altibajos
hormonales y síntomas como los sofocos e irregularidades menstruales.
Climaterio: periodo en el que se manifiestan los efectos de
la falta de estrógenos que se ha iniciado con la menopausia. Se inicia después de
12 meses de faltar la menstruación y dura unos 25 años aproximadamente.
Los síntomas:
La mayoría de las mujeres
experimenta alguno de estos síntomas: sofocos y sudores nocturnos,
irregularidades menstruales, sequedad vaginal, dolor coital, cefalea,
irritabilidad, insomnio, palpitaciones.
Los riesgos:
Osteoporosis: Es una enfermedad que hace que los huesos sean
menos densos, más débiles y se fracturen. Los estrógenos están involucrados
directamente en el mantenimiento de la densidad ósea. Prevención: asegurar una
ingesta adecuada de calcio y vitamina D.
Alteraciones genitourinarias: surgen problemas como la
disuria (molestias y dolor al orinar) o la incontinencia urinaria de urgencia.
Existen ejercicios para prevenir estos síntomas.
Riesgo cardiovascular: los estrógenos son un factor natural
de protección cardiovascular¸ tienen acción vasodilatadora y mantienen
equilibrados los niveles de colesterol y la tensión arterial. Cuando faltan,
aumenta el riesgo cardiovascular en la mujer
por lo que hay que intentar realizar ejercicio físico diario,
llevar una dieta equilibrada y abandonar hábitos tóxicos como alcohol o tabaco.
Alteraciones en la piel: envejecimiento cutáneo,
pigmentaciones, arrugas y manchas, todo ello puede tener repercusiones
negativas en el comportamiento de la mujer incluso en su autoestima. Cuidados
estéticos como hidratación, nutrición y masaje son importantes para mantener la
piel sana así como evitar la exposición al sol
en horas de maxima radiación.
Alteraciones emocionales: como ansiedad y depresión,
tristeza, llanto, pesimismo, apatía. A veces la mujer piensa que esto es algo
natural y no lo comparte con familia o amigas o con su médico. Concienciarse de
la pérdida de la fertilidad, de la disminución del atractivo físico y la
reducción del apetito sexual puede provocar un sentimiento de falta de sentido
de tu vida. Hablar de estos problemas es una buena terapia. Una dieta rica en
vitamina B6 (pan integral, nueces, levadura, pipas de girasol, salvado, carne) también
es eficaz. Suelen ser situaciones transitorias y la confianza en una misma, en
sus capacidades, es fundamental para lograr un buen equilibrio emocional del que depende su desarrollo personal. La menopausia
no causa depresión.
Las mujeres debemos prepararnos para llegar a la segunda
mitad de nuestras vidas, activas, saludables, fuertes…con la fuerza que nos da
el conocimiento y la experiencia de ser mujer.
Eloisa
Eloisa
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