Todos tenemos sueños, deseos, ganas de triunfar y de llegar a ser en la vida algo por lo que, las personas que queremos, se sientan orgullosas de nosotros. Queremos que nos miren con satisfacción y puedan decir: "lo consiguió", "por fin logró lo que deseaba", "seguro que ahora es feliz".....
Es verdad que la gran mayoría de las veces, esos deseos, esas esperanzas que depositan en nosotros nuestros padres, familiares, nuestros seres queridos.... esos sueños coinciden con los nuestros, pero también hay veces que no; hay ocasiones en las que nuestros verdaderos deseos están tan guardados en nuestro interior, tan escondidos, que ni nosotros somos capaces de saber en esos momentos cuales son, y así vamos dejando pasar el tiempo, nos vamos dejando llevar......
Hasta que llega el día en el tenemos que decidir que camino tomar, llega la hora de decidir que es lo que realmente queremos hacer en la vida, y en ese momento, es cuando tenemos que mirar en nuestro interior y escucharnos y ver que es lo que realmente deseamos hacer, cual es nuestro sueño. Podemos no verlo en esos momentos, pero si dejamos hablar a nuestro corazón, mas tarde o mas temprano nos daremos cuenta....
Todo esto me viene a la cabeza hoy, un martes 18 de junio, un día normal, si no fuera porque miles de estudiantes han empezado la Selectividad y se están jugando su futuro, están en juego sus sueños....
Y también me viene a la cabeza porque conozco a un chaval, que ahora tiene 19 años, que pasó por ese difícil momento y tuvo que decidir que hacer....y le hizo caso a su corazón.....
Ese chaval, como todos los de su edad, iba al colegio y tenía sus sueños y sus deseos para cuando fuera mayor; y también, como otros muchos, tenía dificultad para seguir el mismo ritmo que sus compañeros de clase; aprobaba una asignatura, suspendía tres, cuatro, cinco...., necesitaba apoyo, clases particulares, mucha motivación y dosis extra de paciencia, y todo se le fue proporcionando; a veces funcionaba, a veces no, se frustraba, se venía abajo, pero siempre seguía adelante, nunca se rendía y siempre encontraba el apoyo desinteresado y el empuje de los que lo querían y confiaban en él; y también encontraba una fuerza en su interior que le decía que siguiera, que algún día lograría lo que deseaba, porque el también tenia un sueño, un sueño que no coincidía con el de los demás....
Porque ese chaval deseaba ser cocinero, igual que su abuelo y que su bisabuelo. Pero también le gustaba ayudar a los demás, su humanidad era una cualidad que resaltaba en él y una carrera de salud le proporcionaría ocasión de desarrollarla; eso le decían, él lo asumía, y por eso seguía estudiando, luchando con las matemáticas, la biología, la química, asignaturas importantes pero que, en definitiva, en ese momento el no entendía para que le iban a servir. Y se rebelaba cuando no aprobaba, porque su sueño era otro, pero aún así seguía estudiando, quería agradar a los demás .....
Y por ese motivo, hizo el bachiller de ciencias de la salud, consiguió aprobarlo con todo su esfuerzo y, como tantos chavales hizo selectividad, porque el quería agradar a los demás, quería que estuvieran orgullosos de el...pero en su interior el quería ser cocinero. Aprobó selectividad y todos los que estábamos a su alrededor nos alegramos mucho, lo felicitamos y nos sentimos muy orgullosos de el. Pero este chaval no consiguió media para entrar en una carrera de salud, aunque no por eso estaba triste; consiguió nota para entrar en la carrera de Turismo, pero el ya había tomado una decisión, quiso escuchar a su corazón y salieron a la luz todos sus sueños y anhelos escondidos... y por iniciativa propia envió una solicitud para entrar en la Escuela de Hostelería La Cónsula, su sueño, su deseo desde que era niño.Y consiguió entrar en ésta fantástica Escuela, hizo caso a su corazón, consiguió transmitir su sueño a los demás, y su sueño se cumplió.....y con el se cumplieron también los nuestros....
Ese chaval es mi hijo Alberto. Hoy lleva un año en la Cónsula, y aunque dice que no es un camino de rosas, hace lo que le gusta, y lucha, como siempre lo ha hecho, por hacerlo cada día mejor, y hacer que los demás se sientan orgullosos de él; da las gracias todos los días por haber escuchado a su corazón, ya que gracias a ello tuvo la oportunidad de poder transmitir sus sueños y ahora tiene la suerte de poder vivirlos y hacer que todos nos sintamos orgullosos de el.
Para todos los que estos días estáis viviendo la Selectividad, pensad que lo importante en esta vida es hacer lo que os guste; a veces podréis conseguirlo y otras veces no, muchas veces no dependerá de vosotros, otras veces el destino os guiará hacia el mejor camino; pero, si la vida os da la oportunidad de poder decidir, escuchad siempre a vuestro corazón, porque lo que es cierto es que si hacéis las cosas con amor, el resultado siempre será hermoso; pintar un cuadro, una intervención quirúrgica, el cuidado de un paciente, un plato de cocina, el arreglo de un automóvil, escribir.....todo lo que en vuestra vida vayáis a hacer, hacedlo porque os gusta, hacedlo con amor y hacedlo no solo bien, sino lo mejor que sepáis, solo eso hará que os sintáis orgullosos del resultado y así conseguiréis que se sientan orgullosos de vosotros, y, en definitiva ....
.......esa será la mejor manera de que triunféis en la vida.
¡ Mucha suerte para todos!
Laura.-
si todo en nuestra vida lo decidiéramos con amor, lo hiciéramos con amor, no habría fracasos; solo otras nuevas oportunidades y decisiones.
ResponderEliminarha sido una reflexión desde el corazón, Laura, con amor;y así se llega a muchas almas;Gracias
mremem
El amor es la fuerza interior que consigue que lo difícil sea posible. Gracias a ti por compartirlo
ResponderEliminarQué sabio consejo y qué suerte tiene Alberto de tener a alguien cerca que le guíe de esa manera!
ResponderEliminarAunque a veces el camino de unos cuantos rodeos, no tenemos que perder el rumbo..hay que crear caminos alternativos, pero nunca resignarnos a quedarnos a medias de hacer lo que nos gusta. Yo sigo creando caminos...espero algún día volver al que me gusta.
Tus palabras también son sabias y esperanzadoras...seguro que conseguiras lo que buscas, jamas hay que resignarse
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