Mi padre es el caso más cercano que conozco de persona ciega y sorda, una persona con una enorme fuerza interior y mucho amor, lo que le ayudó a poder sobrellevar su dificil situación. El no aprendió el lenguaje de los signos, ni tampoco tuvo la ayuda de Internet ni de la tecnología actual, pero tenía manos, y con sus manos se comunicaba con un lenguaje que su familia comprendía, y eso era suficiente para él.
Pero en éstos días he quedado impresionada del valor y del mérito de una estudiante llamada Gennet Corcuera, que se ha convertido en la primera persona sorda y ciega que finaliza unos estudios universitarios
Gennet nació en Etiopía hace 31 años.Y nació sorda y ciega. Su familia era muy pobre y la abandonó en un orfanato. Con 7 años una mujer española que visitaba Addis Abeba decidió adoptarla y traerla a España.
Así comienza una historia de lucha y superación, que, con la ayuda de la ONCE y de compañeros y profesores cualificados, ha culminado con la finalización de una carrera universitaria, lo que la lleva a ser la primera persona con una minusvalía de este tipo que lo consigue.
Y todo gracias a su capacidad de lucha y superación y también a sus manos. Sus manos son para ella lo que el oído y la vista juntos son para nosotros. Con sus manos habla y por sus manos ve. El lenguaje de los signos junto con la tecnología actual, le ha permitido poder estudiar y conseguir sus sueños.
Esta semana se ha celebrado el Dia Internacional de la Sordoceguera. En este día tan importante para el lenguaje de signos, aprovecho para felicitar a Gennet y a personas que, como ella, sirven de ejemplo de fuerza, lucha y capacidad de superación.
Laura.-
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