• Hay que beber bastante agua (al
menos 2 l. diarios) y con
frecuencia, aunque
no se sienta sed.
• Evitar el
alcohol, las bebidas con cafeína y las comidas
calientes,
- Aumentar el consumo de frutas de verano y verduras (gazpachos ligeros y ensaladas frías) para recargar el organismo de sales minerales (se pierden muchas mediante el sudor).
• Bañarse o ducharse con agua
fresca, así como refrescarse con paños húmedos en las horas
de más calor.
• Permanecer durante el mayor tiempo posible dentro
de casa en
la sala más fresca.
• Si en tu casa no hay un sitio fresco o con aire
acondicionado o ventilador, puedes ir
durante dos o tres horas a un centro refrigerado
cercano (centro comercial, centros de la tercera
edad, biblioteca....).
• Si en algún momento, el mayor se siente mal por
el calor, debe pedir ayuda (si siente calambres musculares en brazos y piernas o en el abdomen).
• Estar alerta también ante señales de
aturdimiento, debilidad o insomnio habitual, que son
síntomas de agotamiento por calor.
EJERCICIO FÍSICO
• Se debe evitar realizar actividades
físicas en los momentos de mayor calor
del día (entre las 12.00 y las 16.00 horas). En estas horas, el mayor se
siente más cansado y menos receptivo a
la estimulación.
• Hay que reponer líquidos tras los esfuerzos e intensificar la hidratación durante el día.
• Hay que evitar los cambios bruscos de
posición, para evitar mareos por bajadas de
tensión. Por ejemplo: esperar unos segundos sentados en la
cama al despertar antes de ponerse de pie.
• Se debe procurar descansar después de las comidas
y evitar comidas pesadas que
impliquen una difícil digestión.
• La ropa debe ser adecuada a la temperatura: utilizar prendas ligeras, transpirables,
preferiblemente de algodón y de colores claros.
• En la calle, llevar la cabeza protegida con sombreros o gorras y gafas de sol, y antes de salir, usar crema protectora.
• Al pasear, buscar zonas de sombra durante el camino para evitar el calor extremo.
• NO olvidar la botella de agua antes de salir de paseo
ORIENTACIÓN ESPACIAL
Hay que
aprovechar los momentos de comunicación con los mayores para trabajar su orientación temporal. Así, podemos realizar ejercicios con ellos para
situarles en la estación de verano. Os proponemos algunos ejercicios que no requieren preparación, son fáciles
de aplicar y pueden
ayudar a mejorar la comunicación entre el
cuidador y su familiar, haciéndoles las siguientes preguntas, como si fuera un juego:
o ¿Qué alimentos comemos en
verano?
o ¿Qué ropa usamos en
verano?
o ¿Qué fiestas celebramos en
verano?
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