lunes, 16 de septiembre de 2013

Los alimentos funcionales


Japón fue el país pionero en la introducción de este tipo de alimentos, a comienzos de 1980, con la intención de garantizar una mejor calidad de vida a las personas de edad avanzada.
La aparición de los llamados “alimentos funcionales” es uno de los aspectos nutricionales más novedosos de los últimos años. Unos son alimentos tradicionales y en otras ocasiones son productos diseñados para que tengan propiedades funcionales. Los productos lácteos, las frutas y verduras, los cereales integrales, los alimentos y bebidas enriquecidos o reforzados con diferentes nutrientes y algunos suplementos dietéticos son algunos ejemplos de alimentos funcionales.

DEFINICIÓN

Un alimento puede considerarse funcional si ha demostrado de forma satisfactoria que produce beneficios a una o más funciones del organismo, tanto para mejorar el estado de salud y bienestar como para reducir alguno de los factores de riesgo de enfermedades.
Podemos diferenciar distintos tipos de alimentos funcionales:
  1. Alimentos o bebidas naturales
  2. Alimentos o bebidas a las que se ha añadido un componente: fibra, omega-3, etc
  3. Alimentos o bebidas a los que se ha reducido o eliminado un componente: lácteos descremados, sin azúcar, etc
  4. Alimentos o bebidas a los que se ha variado la naturaleza de uno o más componentes: leche con fitoesteroles

UTILIDAD DE LOS ALIMENTOS FUNCIONALES

En la infancia y adolescencia y en los primeros estadios de la edad adulta, el uso de alimentos funcionales está más orientado a mejorar el estado de salud y bienestar que a la prevención de enfermedades. Así, estos alimentos pueden ayudar a regular funciones relacionadas con el crecimiento y desarrollo, como el desarrollo esquelético, desarrollo del tubo neural, crecimiento corporal, la función inmune y el desarrollo cognitivo y psicomotor.
El uso de estos alimentos sigue siendo de utilidad en la edad adulta, sobre todo si se han ingerido desde la infancia, lo cual va a contribuir a prevenir enfermedades crónicas que se manifiestan en la edad adulta o en la vejez.

PROPIEDADES DE LOS ALIMENTOS FUNCIONALES

  • CRECIMIENTO Y DESARROLLO: estos alimentos son beneficiosos en aquellas situaciones en las que las necesidades de energía y determinados nutrientes son más elevadas que en otras etapas de la vida, como en el embarazo y desarrollo del feto, así como en la lactancia y en la infancia (niño de 1 a 3 años). Los alimentos funcionales recomendados son:
              - Lácteos y bebidas enriquecidas en calcio (calcio)
              - Lácteos y grasas como la mantequilla y la margarina enriquecida (vitaminas A,D)
              - Cereales de desayuno (hierro y folatos)
              - Fórmulas de alimentación infantil, potitos, etc (ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales)
              - Sal yodada (yodo)
              - Jalea real: se obtiene de las glándulas hipofaríngeas de la cabeza de las abejas. Con vitaminas del grupo B, minerales, aminoácidos y otras sustancias, importantes para un adecuado crecimiento y desarrollo y que contribuyen a la mejoría de la función inmunitaria.
  •  METABOLISMO: especialmente indicados para deportistas, para optimizar el rendimiento físico en la práctica deportiva, y para el tratamiento o reducción del riesgo de determinadas enfermedades, como la diabetes, la obesidad y en situaciones de riesgo cardiovascular (exceso de colesterol o triglicéridos en la sangre). Los alimentos recomendados son:
              - Bebidas y productos específicos para deportistas: barritas energéticas, batidos…
              - Alimentos de bajo contenido energético: margarina baja en calorías, mermeladas sin azúcar                       añadido      
              - Enriquecidos en fibra: galletas, batidos
              - Enriquecidos en grasas insaturadas: leche enriquecida en ácido oleico o ácidos grasos omega-3
  • DEFENSA ANTIOXIDANTE: reducen el riesgo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y el cáncer. Entre las sustancias antioxidantes más destacables están:
              - Vitamina E: abundante en aceite de oliva virgen, frutos secos, germen de trigo y alimentos                         enriquecidos como la margarina, ciertos lácteos y bebidas.
              - Vitamina C: abundante en cítricos, kiwi, pimiento, tomate, frutas tropicales, zumos y bebidas                     enriquecidas        
              - Pigmentos: dan color a los vegetales; licopeno en el tomate, beta-caroteno en zanahorias,                         calabazas, mango, antocianinas en uvas negras, remolacha, etc.
             - Otras sustancias antioxidantes: como el Zinc y el Selenio, abundantes en carnes, pescados,                       huevos y mariscos.
  • SISTEMA CARDIOVASCULAR: alimentos que reducen el colesterol y los triglicéridos y ayudan a prevenir y tratar las enfermedades cardiovasculares. Tenemos:
              - Fibra: frutas frescas, verduras, hortalizas, cereales integrales, legumbres
              - Fitoesteroles: en frutos secos, trigo integral y aceites vegetales
              - Acido oléico: aceite de oliva, aguacate y olivas
              - Acidos grasos polisaturados: aceites de semillas (girasol, soja), margarinas vegetales, frutos                   secos grasos (nueces y almendras) y aceite de hígado de bacalao

  •  MEJORAN EL TRÁNSITO INTESTINAL: siendo beneficiosos en patologías como la caries, el estreñimiento, colon irritable, cáncer de colon, hemorroides, etc.
              - Alimentos probióticos: contienen microorganismos vivos que contribuyen a equilibrar la flora                   intestinal y a potenciar nuestro sistema inmunológico. Son los Microorganismos del yogur                            (Lactobacillus y acidophillus), y leches fermentadas de nueva generación (Bifidobacterium y                           Lactobacillus casei inmunitas, etc)
             - Alimentos prebióticos: contienen sustancias que resisten la digestión en el intestino delgado                      teniendo un efecto favorable sobre la flora bacteriana del intestino grueso. Son el puerro, cebolla,                  espárragos, ajo, alcachofas, tomates, legumbres, lechuga, acelga, cereales integrales y frutas.
  • MEJORAN LAS FUNCIONES PSICOLÓGICAS Y CONDUCTUALES: relacionadas con el apetito y la sensación de saciedad (alimentos ricos en fibra), y el tono vital.
              - Sustancias excitantes: ginseng
              - Tranquilizantes: valeriana, melisa, pasiflora

En la siguiente tabla podemos ver más ejemplos de alimentos funcionales y sus beneficios para la salud:


           
Los alimentos funcionales no deben sustituir a ningún alimento natural, sino que deben incorporarse a nuestros aportes teniendo como base una dieta equilibrada y variada, complementada con la práctica habitual de ejercicio físico. Es el caso de la dieta mediterránea, en la cual muchos alimentos pueden considerarse verdaderos alimentos funcionales naturales, tales como el aceite de oliva virgen, las aceitunas, el yogurt, los frutos secos, los cereales integrales, el pescado o las frutas y hortalizas. Por eso es altamente recomendada para la promoción y el mantenimiento de una buena salud.

                                                      Laura.-

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