viernes, 27 de marzo de 2015

Recetas de Semana Santa: "Potaje de Vigilia" y Arroz con leche"

         POTAJE DE VIGILIA

Un poco de historia
El español y cuaresmal potaje debió de nacer en el medioevo, cuando se extendió por España el consumo de bacalao en salazón.
Desde el siglo XV fue tan frecuente en la despensa de conventos y abadías que llegó a tomar el nombre de abadejo. Si se hizo más popular que otros pescados fue sobre todo a que salado duraba años, y podía resistir largos viajes por tierra y mar. 
Las espinacas y el bacalao son dos de los ingredientes típicos de Semana Santa. Hoy los cocinamos juntos para preparar un rico potaje de vigilia con el cual es posible cumplir el precepto de abstinencia de comer carne en los días de la cuaresma. 

Ingredientes
  • 300 gramos de garbanzos
  • 300 gramos de bacalao desalado
  • 300 gramos de espinacas frescas o congeladas
  • 2 tomates grandes
  • 2 cebollas medianas
  • 1 zanahoria mediana
  • 2 puerros
  • 1 cabeza de ajo más 2 dientes de ajo
  • 2 ñoras
  • Aceite de oliva (unos 60 ml)
  • 1 cucharada pequeña de pimentón dulce
  • Una cucharada pequeña de comino molido
  • 3 clavos de olor
  • 1 hoja de laurel
  • Sal
  • Agua
Elaboración
  • Poner los garbanzos en remojo la noche antes (deben estar entre 10-12 horas en remojo) para que se pongan gordos y un poco más blandos.
  • Escurrir los garbanzos y ponerlos en una olla con un litro de agua (4 vasos de agua). Pelar la cebolla y clavarle los clavos de olor. Pelar la zanahoria y los puerros y quitar la piel externa a la cabeza de ajos. Poner en la olla junto a los garbanzos la cebolla con los clavos, la zanahoria, los dos puerros, las dos ñoras, 1 hoja de laurel y la cabeza de ajo. Poner a fuego medio-alto.
  • Mientras se van cociendo los garbanzos con las verduras, vamos a preparar el sofrito de nuestro potaje de vigilia. Pelar la otra cebolla y picarla bien fina. Pelar los 2 dientes de ajo y picarlos finamente. Coger una sartén grande. Añadir a la sartén la cebolla y cuando esté transparente añadir el ajo.
  • Mientras se sofríen ajo y cebolla tenemos que pelar los tomates y quitarles las semillas. Luego picamos los tomates muy, muy finamente. Cuando ajo y cebolla estén listos añadiremos el pimentón y el tomate a la sartén y sofreiremos durante unos 10-15 minutos hasta que el tomate pierda el sabor a crudo.
  • A continuación añadir las espinacas a la sartén. Saltear durante un par de minutos y reservar todo.
  • Los garbanzos deben estar siempre cubiertos por un poquito de agua (uno o dos dedos). Cuando los garbanzos estén tiernos retirar las verduras (cebolla, zanahoria, puerros y cabeza de ajo), batirlo todo y añadir a los garbanzos. Añadir también a los garbanzos el sofrito que hemos preparado (cebolla, ajo, tomate y espinacas). Remover bien y si queda muy espeso añadir un poco de agua.
  • Añadir el comino, las patatas y el bacalao desalado desmigado o cortado en trozos del tamaño que más guste. Mezclar con cuidado para que no se desmorone el bacalao. Dejar al fuego unos minutos hasta que el bacalao esté cocinado (se cocina muy pronto).
  • Es el momento de probar de sal, tener en cuenta que el bacalao aporta una buena cantidad de sal. Si es necesario ajustar añadiendo un poco más de sal y listo.

ARROZ CON LECHE

Un poco de historia

El consumo masivo de dulces durante estos días no era algo específico y exclusivo de la Semana Santa sino de la Cuaresma (el periodo de cuarenta días que van desde el Miércoles de Ceniza al Domingo de Ramos) en el que siglos atrás era de obligado cumplimiento realizar durante el mismo los actos de sacrificio y penitencia conocidos como  ‘ayuno’ y ‘abstinencia’.
El ayuno consistía en tomar a lo largo de toda la Cuaresma (exceptuando los domingos) una sola comida principal al día. Por su parte, la abstinencia marcaba la prohibición de comer carne ningún viernes durante toda la duración de la Cuaresma.
Durante esos días sí que se permitía ingerir algunas pequeñas porciones de alimentos que estuvieran elaborados con huevos, leche de almendras, harina o miel, y se hacía como aporte energético.
Hoy en día, a pesar de que las personas que realizan dicho sacrificio y penitencia son una minoría (en comparación a antaño) y no se necesita ese aporte extra de energía y/o calorías para aguantar todo el día sin comer, la costumbre de preparar los ricos dulces caseros se ha convertido en una característica tradición de la Semana Santa.
Entre estos dulces típicos se encuentran las Torrijas, los Buñuelos, los Pestiños, las Hojuelas y,como no, el Arroz con Leche.

Ingredientes
  • 1 1/4 l. de leche 
  • 115 gr. de arroz 
  • 100 grs. de azúcar o un tapón y medio de edulcorante líquido
  • 2 trozos de corteza de limón 
  • 2 trozos de corteza de naranja 
  • 1 rama de canela 
  • 1/2 vaina de vainilla
  • Canela en polvo
Elaboración
  • Poner en una cazuela la leche, el arroz, una rama de canela y media vaina de vainilla. Añadir la corteza de limón y la de naranja. Remover y dejar cocinar, a fuego suave, durante 40-45 minutos. Remover cada 4-5 minutos para que no se pegue.
  • Cuando el arroz con leche adquiera una textura melosa, agrega el azúcar o el edulcorante líquido. Remover y dejar cocinar un poco más (5-10 minutos).
  • Retirar la canela, la vainilla y las cortezas de naranja y de limón. Dejar atemperar y repartir en 4 copas. Espolvorear canela por encima y servir. Decorar las copas de arroz con leche con unas hojitas de menta.
                                       ¡ Buen provecho!  Laura.-

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