JOSÉ
JIMÉNEZ ARANDA "Lectura de la Gaceta"1886 |
La hipoacusia, deficiencia auditiva o sordera, es un
trastorno sensorial que consiste en la disminución de la capacidad auditiva. Es
muy común en personas mayores, pero también puede afectar a jóvenes e incluso
padecerse desde el nacimiento. La pérdida de la audición relacionada al
envejecimiento se llama presbiacusia.
La hipoacusia afecta la calidad de vida de quienes la
padecen, en particular el aspecto psicológico, social y emocional. Frecuentemente,
es subestimada por ser un problema que progresa lentamente o debido a la
creencia de que la pérdida de audición es una parte normal de envejecimiento.
Dependiendo de la gravedad y la etapa de la vida en la que
se manifieste, la hipoacusia puede afectar al desarrollo del habla, el lenguaje,
las habilidades cognitivas, las relaciones interpersonales y la salud mental.
TIPOS DE HIPOACUSIA
La pérdida de la audición puede afectar a un solo oído
(hipoacusia unilateral), o a los dos oídos (hipoacusia bilateral).
Según la localización
de la lesión, las hipoacusias pueden ser de transmisión (o conductivas), o
de percepción (o neurosensoriales), siendo estas últimas las más graves:
En las hipoacusias de transmisión, se encuentra
afectada la parte mecánica del oído, debido a patologías localizadas en el oído
externo y medio, diferentes formas de otitis medias y sus secuelas, la
tímpanoesclerosis, la otosclerosis, los traumatismos, y las malformaciones
congénitas del oído externo y medio.
En las hipoacusias de percepción se afecta el oído
interno o el nervio auditivo que transmite el sonido al cerebro
Según el grado de
pérdida auditiva, las hipoacusias pueden clasificarse en:
Ligera: se caracteriza por la dificultad para escuchar
conversaciones lejanas o en entornos ruidosos.
Media: se caracteriza por la dificultad para participar en
conversaciones.
Severa: solo pueden escuchar conversaciones muy altas y
a menos de 30 cm.
Profunda: solo son capaces de escuchar algunos sonidos
ambientales muy intensos.
CAUSAS
Dentro de las causas de hipoacusia en adultos mayores se
encuentra la presbiacusia, o sordera relacionada con el envejecimiento
La hipoacusia por exposición a ruidos es causada por una
sobreestimulación del sistema auditivo, que causa el deterioro de las células
ciliadas o células sensoriales del oído encargadas de llevar la información del
sonido al cerebro.
Otras causas pueden ser: otitis media crónica, traumatismos,
timpanoesclerosis, otosclerosis e hipoacusias genéticas.
El tapón de cerumen también puede causar dificultad para oír
y es común con la edad.
SINTOMAS
La pérdida de audición o una disminución de ésta
es en sí misma un síntoma.
En los adultos, la pérdida de audición la
manifiestan ellos mismos, necesitando acercarse a su interlocutor, incluso
orientando el pabellón auricular para amplificar el sonido, y con empeoramiento
en situaciones ruidosas. Otro síntoma indicativo de hipoacusia es que suelen
ser personas que hablan muy alto debido a que no se escuchan, o en su
vida cotidiana utilizan volúmenes muy altos en los aparatos audiovisuales.
El ruido anormal y persistente en el oído (zumbido de oídos,
tinnitus o acúfenos) es otro síntoma que puede aparecer. Las causas pueden
incluir acumulación de cerumen o medicamentos que dañan las estructuras en el
oído interno. Los acúfenos generan un aumento de sensibilidad hacia los ruidos
externos que hace que se toleren peor, presentándose en ocasiones formas graves
que interfieren en la calidad de vida.
El paciente puede referir mareos e inestabilidad al caminar,
problemas que orientan hacia un trastorno del oído interno.
CONSECUENCIAS
Se considera que la presbiacusia es un fenómeno biológico,
dando sus primeras manifestaciones a los 50 - 60 años de edad. Genera alteración
de la comunicación oral o dificultad de una persona para participar activamente
en una conversación.
La pérdida de audición conduce a problemas psicosociales
significativos, como puede ser el aislamiento y por ende sus consecuencias en
las relaciones interpersonales y en las actividades grupales. A nivel
psicológico se asocia con trastornos emocionales como depresión, soledad y ansiedad.
Además, diferentes estudios de investigación asocian la hipoacusia con
deterioro cognitivo y demencia.
No debemos olvidar los riesgos asociados a una discapacidad
sensorial y presentes en actividades cotidianas: caídas, accidentes domésticos,
atropellos...
PREVENCION
Como en otras enfermedades, la prevención de la
hipoacusia radica en evitar en la medida de lo posible la presencia de los
factores de riesgo que la originan. En los casos en los que la hipoacusia sea
genética, la prevención no es posible, pero sí la detección temprana y puesta
en marcha de mecanismos para su adaptación y tratamiento según el caso.
En otros casos como las hipoacusias relacionadas con el
ámbito laboral, el establecimiento de medidas de prevención de riesgos
acústicos mediante normativas en las empresas ha hecho disminuir su incidencia,
pero debe vigilarse su cumplimiento por parte de empleado y empresa. Es
aconsejable la exposición al ruido
controlada en el tiempo de trabajadores de fábricas, aeropuertos, personal
de la construcción, músicos…, además de utilización de elementos de protección auditiva.
En ámbitos más domésticos, deben evitarse volúmenes
elevados en dispositivos de música mediante auriculares, ambientes
excesivamente ruidosos, etc.
También deben tenerse en cuenta que muchos medicamentos
(antiinflamatorios, antibióticos…) pueden ser tóxicos para el oído y esto debe
ser valorado minuciosamente a la hora de prescribirlos a personas con
alteraciones de la audición, especialmente ancianos.
La otoscopia o exploración mediante luz del oído
externo hasta el tímpano no debe faltar en toda evaluación de una persona con
hipoacusia. Mediante esta prueba se pueden detectar obstrucciones en el
oído externo, infecciones, tumores, etc.
Es importante que las personas con este problema
identifiquen si la sordera es uni o bilateral puesto que puede ayudar
al diagnóstico, así como si el inicio fue agudo o ha sido progresivo a lo largo
de los años.
TRATAMIENTO
Las hipoacusias de transmisión tienen un
pronóstico bastante bueno, y los tratamientos aplicados actualmente resultan
satisfactorios.
Las lesiones tímpano-osiculares, como las perforaciones
de la membrana timpánica y las alteraciones en los huesecillos, se tratan con
una microcirugía, que tiene éxito en más del 80% de los casos.
En los pacientes con malformaciones congénitas se
utilizan reconstrucciones quirúrgicas en función de la gravedad de la
malformación. Actualmente existen dispositivos implantables electromagnéticos,
que actúan como vibradores óseos, con excelentes resultados.
Las hipoacusias de percepción, por el contrario, no
cuentan con un tratamiento que cure definitivamente las lesiones, ya que el
daño producido a nivel neuronal es irreparable. Por lo tanto, el tratamiento de
este tipo de hipoacusias se centra en mejorar la comunicación mediante el
empleo de audífonos y de implantes cocleares. Los audífonos son
dispositivos electrónicos cuya función es amplificar el sonido que llega al
oído. Los implantes cocleares son prótesis auditivas especiales que se
colocan realizando una intervención quirúrgica en el oído interno dañado, y
sustituyen así su función.
TÉCNICAS PARA LA COMUNICACIÓN CON LOS ADULTOS MAYORES CON DEFICIENCIA
AUDITIVA
- Capte la atención de la persona primero y háblele de frente.
- Hable con voz fuerte, pero sin gritar.
- Hable lenta y claramente.
- Elimine el ruido de fondo.
- Use otras palabras en vez de repetir una oración que no se entendió.
- Use otros medios de comunicación, tales como gestos, dibujos y materiales escritos.
- Haga que la persona mayor repita los datos importantes para asegurar su comprensión.
- Alerte a la persona cuando está cambiando de tema.
¿Existe relación
entre la hipoacusia y la falta de memoria?
La evidencia nos dice que la pérdida de audición provoca una
aceleración del deterioro cognitivo. Numerosos estudios de investigación
reconocen la presbiacusia como un factor de riesgo de demencia. Para explicar
el mecanismo por el que el deterioro cognitivo y la pérdida de audición podrían
estar relacionados se han propuesto tres teorías
• La primera o “causa común”: ambas patologías son el
resultado del proceso degenerativo del cerebro que envejece.
• La segunda es la “hipótesis en cascada”: la disminución de
la audición afecta a la cognición de forma directa por una conexión sensorial
empobrecida e indirectamente por una disminución de la socialización,
aislamiento, soledad y depresión.
• La tercera hipótesis o “teoría de la carga cognitiva”: nos
habla de un agotamiento de la reserva cognitiva para ayudar a compensar los
déficits del proceso auditivo, disminuyendo los recursos neuronales disponibles
para otras funciones cognitivas como la memoria. El esfuerzo mental
compensatorio requerido para mantener la función cognitiva acelera la
neurodegeneración y la atrofia cerebral.
Esto nos lleva a plantearnos la necesidad de continuar en
esta línea de investigación y a valorar el estado cognitivo de las personas con
presbiacusia, para prevenir o ralentizar el deterioro de la memoria.
-Albert , M . Hearing loss and dementia. Who is listening?.
Aging Ment Health . 2014
-Fortunato, S, et
al. A review of new insights on the association between hearing loss and
cognitive decline in aging. Acta Otorhinolaryngol Ital. 2016
-Stahl, S.: Does treating hearing loss prevent or slow the progress of dementia? Hearing is not all in the ears, but who’s listening? CNS Spectrums. 2017
-Stahl, S.: Does treating hearing loss prevent or slow the progress of dementia? Hearing is not all in the ears, but who’s listening? CNS Spectrums. 2017
Eloisa