Para unos es fuente de inspiración , otros sienten relax, hay quien se emociona ante su grandiosidad y quien se desahoga con su calma; también hay quien siente temor ante su fuerza y muchos admiramos su magia y nos atrae su misterio.
Lo cierto es que el mar a nadie deja indiferente.El sonido de las olas al romper sobre la orilla, el olor de su brisa, su color, su luminosidad y su misterio no tienen igual.
Por todo ello, hoy, Día Mundial de los Océanos, debemos acordarnos más que nunca de cuidar nuestros mares, amarlos y respetarlos como al más preciado de nuestros bienes. Porque, además de hermoso, el mar es vida y donde hay vida hay esperanza.
Para aquellos que viven en el interior y no tienen la suerte de poder contemplar el mar cada mañana, no olviden que el mar siempre les estará esperando. Y, para todos, hoy de regalo un poco de Mar:
Laura.-
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