lunes, 21 de octubre de 2019

¿Gripe o resfriado común?


El otoño y el invierno son épocas del año propicias a sufrir resfriados y gripe.
Ambos procesos son infecciones causadas por virus, es decir, por agentes infecciosos que no responden al tratamiento con antibióticos y que, aunque comparten ciertas características, son enfermedades diferentes.
Diferencias básicas
El frío es un factor que favorece la supervivencia de los virus responsables de determinadas infecciones del tracto respiratorio., entre las que se encuentra la gripe y el resfriado común.
Algunos de los aspectos que nos pueden ayudar a distinguir cuando estamos en presencia de un cuadro de gripe o de resfriado común son:

  •  La gripe suele presentarse de forma epidémica, es decir, por la aparición brusca de un gran número de casos a la vez. En nuestro país el periodo en el cual se presentan estos brotes suele estar comprendido desde noviembre hasta abril. Fuera de estas fechas hacer un diagnóstico de gripe es mucho más difícil, aunque no imposible.
  • Sin embargo, los catarros pueden aparecer durante todo el año, aunque en verano sean menos frecuentes.
  • En el caso de la gripe la vacunación suele ser eficaz, aunque los virus de la gripe cambian a menudo, y a veces se produce un brote por virus diferentes a los que contiene la vacuna, lo que hace que sea poco eficaz. Por eso, la vacuna se modifica todos los años, para que sea lo más efectiva posible.
Definición
La gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por el virus “Influenza”. La puerta de entrada del virus es respiratoria. El virus se contagia por medio de las gotitas procedentes de la tos y estornudos de las personas infectadas. Su periodo de incubación es de aproximadamente 48 horas. La enfermedad aparece entre 48 y 72 horas después de haber sido infectado. Los síntomas duran una media de 5 a 7 días. La gripe es una enfermedad muy contagiosa que se transmite rápidamente, y sus complicaciones pueden llegar a ser fatales.
El resfriado común es una infección vírica de las vías respiratorias altas. Existen más de 200 tipos de virus que pueden causar el resfriado. Las complicaciones son menos frecuentes y la duración de los síntomas suele ser menor, de 3 a 5 días, dependiendo de los casos.
¿Cuáles son los síntomas?
En la gripe los síntomas más comunes son:
  • Presencia de fiebre alta (entre 38º C y 40º C), desde el comienzo de la enfermedad y que se suele prolongar durante los tres primeros días
  •  Dolor de cabeza o cefalea: con frecuencia presente desde un principio y de forma intensa en el caso de la gripe, es junto con los dolores musculares, una de las manifestaciones más molestas
  • Dolores musculares o mialgias: son muy característicos de la gripe. Se manifiestan preferentemente en los músculos largos de las extremidades y de la espalda y pueden ir acompañados de dolores articulares. Produce un gran quebrantamiento en el paciente
  • Tos seca: en la gripe es habitual y puede llegar a ser importante. Es de característica no productiva, tos “seca”, sin esputos.
  • Debilidad y cansancio.
  •  Otros síntomas menos frecuentes son: dolor de garganta, ojos llorosos y dolorosos, congestión nasal y moqueo.
En el resfriado o catarro común los síntomas más frecuentes son:

  • Secreción nasal (rinorrea) y congestión nasal: muy frecuente y abundante en los resfriados
  • Estornudos: constituyen uno de los síntomas cardinales del resfriado común (junto con la congestión y secreción nasal, dolor de garganta y tos)
  • También puede aparecer: irritación ocular, dolor de garganta y tos moderada.
¿Cuál es su duración?
Si no hay complicaciones la duración de los síntomas gripales es entre 5 y 10 días. La fiebre suele durar entre 3 y 5 días. Otros síntomas puede durar más días como la tos seca (7 a 10 días) y el cansancio pueden prolongarse hasta 2 semanas.
En el resfriado la duración suele ser de una semana, pudiendo quedar una tos residual un par de semanas.
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
No hay cura para un resfriado o para la gripe. En ambos, sólo se tratan los síntomas, es decir, se administran medicamentos que mejoran el estado general del paciente. Los antibióticos no sirven para tratar los virus aunque si existen unas medidas generales para combatir los síntomas de ambas enfermedades que podrían resumirse en:

  • Beber suficiente cantidad de líquidos, unos 2 litros al día
  • Hacer reposo en cama
  • Hacer inhalaciones de vapor de agua caliente o bien emplear un humidificador.
  •  Los analgésicos, antitusígenos o descongestionantes puede ayudar a aliviar aunque será su médico quien debe indicar cuál es el más conveniente y las cantidades administradas.
  • Si su médico le recomienda un antigripal, sepa que estos contienen varios medicamentos que son eficaces frente a los síntomas de estas infecciones, como son:
                         - Descongestionantes nasales, contra la nariz tapada
                         - Antitusígenos contra la tos irritativa
                         - Expectorantes y mucolíticos, contra la tos con mucosidad
                         - Antihistamínicos, contra la secreción líquida por la nariz
                         - Analgésicos-antitérmicos, contra la fiebre y los dolores generalizados y de cabeza
  •     Para el tratamiento de la gripe también se pueden administrar antivíricos que deben ser tomados para que sean eficaces dentro de las primeras 48 horas de la infección. Pero simplemente consiguen que la infección sea más leve.
¿Cuándo se debe consultar al médico?
Generalmente la gripe tiene un curso benigno y no produce complicaciones excepto en determinados grupos de población de mayor riesgo, como los ancianos o los enfermos crónicos, entre otros. Los signos de alarma son:

  • Expectoración purulenta
  • Dolor torácico
  •  Sensación de ahogo
  • Disminución del nivel de conciencia
  • Persistencia de la fiebre más de 5 días
  •  Dolor de oídos importante
  • Empeoramiento de los síntomas
En cuanto al resfriado es conveniente consultar  en las siguientes situaciones:

  • No mejoría o empeoramiento de los síntomas al cabo de 5-7 días
  • Aparición de fiebre
  •  Dolor torácico
  • Cualquier síntoma diferente a los habituales en el resfriado
Ante cualquier duda se debe consultar con el médico.
¿Cómo se puede prevenir el contagio?
Tanto en la gripe como en el resfriado algunas medidas de prevención ayudan a reducir la exposición al virus:

  • Lavarse a menudo las manos y sobre todo, siempre que estén sucias y en momentos clave, como después de sonarse la nariz, después de cambiar pañales a un niño con resfriado, después de ir al baño, antes de comer y antes de preparar alimentos.
  • Higiene escrupulosa de las personas que estén afectadas: taparse la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar, para evitar diseminar las gotitas contagiosas. Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca para no empujar los gérmenes dentro del organismo, no compartir alimentos, cubiertos o pañuelos.
  • Reposo en cama mientras el estado general esté alterado, especialmente si se presenta fiebre. De esta forma, permitiremos que nuestro organismo recupere fuerzas.
  • Mantener un ambiente cálido y sin excesiva humedad.
  • Evitar el contacto con personas que tengan gripe.
  • Evitar aglomeraciones, ambientes cargados y locales cerrados, para evitar que los virus se concentren en una estancia.
  • No fumar y evitar los ambientes con humo, ya que irritan todavía más nuestra garganta y mucosas.
  •  Dormir un mínimo de siete horas diarias, reducir el estrés y llevar una alimentación equilibrada, especialmente con frutas y verduras, que son fuentes de vitaminas y minerales. Estas medidas ayudaran a mantener nuestro sistema inmunitario en condiciones óptimas.
  • Beber abundantes líquidos, ayudan a fluidificar las secreciones y eliminar la mucosidad,  ayudan a combatir la deshidratación si existe fiebre y alivian el dolor de garganta. Sin embargo, hay que evitar las bebidas alcohólicas, que pueden interferir con la medicación.
  • Evitar los cambios bruscos de temperatura y las bebidas excesivamente frías, con hielos, o calientes.
  • Dormir con la cabeza elevada en la almohada para aliviar la congestión nasal.
  • Realizar aspiraciones de agua tibia con sal o vapores de eucalipto, para aliviar la congestión nasal. Se consigue también una acción expectorante. En el caso de niños pequeños con exceso de mucosidad, se recomienda el lavado nasal con suero fisiológico 15 minutos antes de las comidas y antes de irse a dormir.
  • Beber mucho y hacer gárgaras con agua caliente con limón y miel. La acción emulgente nos permite calmar el dolor de garganta. A pesar de la creencia popular, es preferible emplear agua en lugar de leche con miel, ya que los lácteos pueden aumentar la mucosidad.
  • Utilizar analgésicos habituales si lo precisa. Para productos antigripales, consultar al médico.
  • Nunca utilizar antibióticos sin la receta de su médico. No tienen acción contra los virus.
En el caso de la gripe es importante la Vacunación en aquellos grupos de población en los que esté indicado. Se puede informar en su centro de atención primaria. Las campañas de vacunación se realizan en los meses de otoño. Este año en Andalucía dará comienzo el día 28 de octubre. 

Para más información, pinchar en el siguiente enlace del Ministerio de Sanidad y consumo: https://www.mscbs.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/gripe/gripe.htm
Laura.-


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