Cuando tenemos estrés o ansiedad los músculos del cuerpo se tensan. Si ese estrés desaparece los músculos se suelen relajar. Pero hay circunstacias de la vida, entre ellas cuidar a un familiar, que pueden llegar a hacer crónica la tensión muscular.
Esta tensión afecta sobre todo a tres zonas de nuestro cuerpo: la cabeza, la zona de la nuca, hombros y brazos y la zona de la pelvis. La tensión mantenida puede bloquear el movimiento y según donde se localice, puede dificultar la respiración, la digestión, el ritmo del corazón, la concentración y el sueño y, por tanto, disminuir nuestra energía.
El primer paso para relajarse es pensar en la situación que pueda ser la causa de la tensión y qué puede hacer para cambiarla.
Cuando el organismo se relaja vuelve la tranquilidad y con ella el equilibrio físico y mental.
¿Que beneficios tiene la relajación?
- La relajación hace que disminuya la tensión muscular, lo que disminuye el dolor y el cansancio.
- La respiración se vuelve más rítmica, profunda y lenta, llegando así más oxígeno al cerebro.
- El ritmo cardíaco se regula y disminuye la tensión arterial y la sudoración.
- Se piensa con mayor claridad, se es más creativo, hay menos ansiedad y se duerme mejor. Esto refuerza el sistema inmunológico (las defensas) y se tienen menos infecciones.
En resumen, la relajación normaliza los procesos físicos, mentales y emocionales de las personas que la practican.
Y éstos beneficios son acumulativos: "a más relajación, más tranquilidad y salud"