Pones el televisor y solo escuchas malas noticias. Enciendes
la radio y un tanto de lo mismo: ajustes, prima de riesgo, rescate, crisis,
crisis y más crisis. No se habla de otra cosa. Pocas son las noticias que nos
hacen sonreír, y sin embargo, no existe nada tan saludable como la risa.
La risa es salud para el cuerpo y la mente. La risa actúa a
nivel fisiológico liberando endorfinas y catecolaminas, sustancias que nos
hacen estar en alerta y más despiertos, además de ser beneficiosa para el
sistema parasimpático, lo cual beneficia la tensión arterial, el ritmo cardíaco,
la digestión, el colesterol, etc…..y nos hace sentir muy bien.
Gracias a la risa y al sentido del humor podemos volver a
sentirnos como niños, disfrutar del placer de divertirnos y de esta manera relajar
tensiones, mejorar nuestra autoestima y afrontar las dificultades con
creatividad, aceptación y confianza.
Si la realidad no podemos cambiarla, quizás sea mejor
afrontarla con sentido del humor, utilizar la risa como un paracaídas que nos
salve de caer en la desidia y el malhumor. Pero no sirve solo el humor que
viene de fuera, como cuando nos reímos de un chiste bueno, es necesario tener una actitud
interior positiva. La risa es más saludable cuánto más dura es una realidad,
pero no para evadirla o huir de ella, sino para no ser arrastrado por ella y
poder aceptarla y afrontarla mejor.
Con la risa nos comunicamos mejor; la risa nos hace más
cálidos y cordiales, cercanos y más tiernos. La risa facilita la creatividad,
lo inesperado, nos hace ser más ingeniosos y nos ayuda a trabajar, disfrutar y
ser más tolerantes. El mejor maquillaje que podemos utilizar es una sonrisa sincera.
Hacer reír o sonreír también es una bonita forma de ayudar a
los demás a que se sientan mejor, es también una forma de cuidar, de hacer la
vida más agradable al familiar que estamos cuidando, a la vez que generará en
nosotros emociones agradables que mejoraran nuestra autoestima y creara un ambiente
más cálido en nuestro entorno familiar.
Sonreír es una manera muy económica de cuidar de nuestra
salud. Además, enriquece a quien la recibe sin empobrecer a quien la ofrece. Y, aunque la risa no lo cura todo, puede ayudar bastante.
Prueba a reírte, rescata tu sentido del humor y saca al niño
que llevas dentro.
Y sobre todo “No permitas que nadie recorte tu sonrisa”.
Y sobre todo “No permitas que nadie recorte tu sonrisa”.
Laura.-
Toda la razón a este articulo, y mas cuando su autora lo pone en practica los 365 días del año.
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